TENGO GANAS DE TI

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En el transcurso del camino lo único que podía escucharse era el sonido del silencio. Yo estaba perdido en mis pensamientos y ella no me miraba, solo se limpiaba una y otra vez las lagrimas que le bajaban solas. Había tomado otro trayecto a la casa, hasta que al fin, llegábamos. Estacioné el auto en la cochera y me bajé abriéndole la puerta.

-Vamos! -dije sin todavía creer que ella estuviera allí, en mi casa.

La veía muy asustada y nerviosa pero no me ponía ningun tipo de resistencia, aún asi yo tenia que suavizar la situación

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La veía muy asustada y nerviosa pero no me ponía ningun tipo de resistencia, aún asi yo tenia que suavizar la situación. Despúes de todo no era cualquier cosa lo que yo había hecho.

Ya adentro de la casa me quité el beanie y ella me miró de reojo. La veía tan nerviosa que sabía que si empezaba a tocarla capaz y se desmayaría.

-Quieres, quieres algo de tomar? -dije tratando de romper tanta tensión.

Ella negó con la cabeza, yo me le acerqué con ganas de solo tumbarla a la cama y hacerla mía, pero me contuve.

-Si quieres ve al baño, tomáte tu tiempo. -dije a sabiendas que se moria de los nervios.

-No, así estoy bien. -dijo mirando como yo me quitaba el chaleco.

Tragó saliva tratando de mantener la compostura y se aclaró la garganta.
Sabía que percibía la intensidad de mi mirada y se esforzaba cada segundo mas por mantenerse quieta.

-No vas a preguntarme porque te traje aqui? -dije mordiendo mi labio inferior.

Ella se encogió de hombros nerviosa y habló.

-Sé porque estoy aquí. -dijo temblando

Suspiré hondo y me acerqué mirándola justo a la cara.

-Quiero que me lo digas tú. -dije sintiendo el palpitar de su corazón.

Ella no pudo abrir la boca para hablar y el silencio se hizo demasiado largo, me miraba con los ojos sin pestañear y su expresión se tornó fria, su mirada estaba llena de dolor.
Sentía que apenas podía respirar, era como si todo le diera vueltas a su alrededor y tuvo que agarrarse de la mesa. Sin embargo no le sirvió de mucho porque sus manos temblaban sin parar. La miré fijamente y pude ver la expresión de miedo en su mirada.

-No voy a lastimarte. -dije alzándo su barbilla.

Ella permaneció en silencio y me miró.

-Ibas a hacerlo. -dijo con sus labios temblorosos.

Me puse tenso y la fulminé con la mirada.

-Tomastes la desición tu sola. No quiero que me dejes Daiana.

Ella respiró hondo y sentí como se le formaba un nudo en la garganta. Estaba cansada.

-Necesito más tiempo Keinan.

-No puedo dejarte más tiempo. Ya he perdido mucho y no quiero perder más. Tengo ganas de ti Daiana.

-No hay manera de que los dos podamos volver a estar juntos, lo único que queda son nuestros hijos. -decía nerviosa

TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora