QUE HACES TU AQUÍ

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Al mirar quien acababa de entrar me quedé frio. No asimilé aquella llegada. Me pasé la mano por los ojos pensando que había visto otra visión, pero para mi sorpresa no fué así.

-Llegaron juntos. -fue lo único que dejé salir de mi boca al comprender que él y Criss habían logrado empañarme aquel día con sus respectivas visitas.
-Que, que haces tu aquí? -dije sorprendido al verlo acercar.

-Ya veo que te sorprendes de verme, y no es para menos Mendietta, despúes de intentar asesinarme. Pero no te quitaré tu tiempo, aunque tendrás de sobra. -dijo con una sonrisa sarcástica.

-Que quieres Ryan? -dije sin ganas de hablar.

-Creo que ya sabes las intenciones de Criss y espero no te interpongas Mendietta. Yo te dejo el camino libre con Daiana, pero no lo haré así con los niños. No estoy dispuesto a perderlos también. -dijo con la mirada llena de ira.

-Son mis hijos Ryan. -dije mirándolo a la cara.

-Solo los engendrastes Keinan, de más está decirte lo que ya sabes. Te quité la denuncia y lo hice por Daiana, pero igual estás aqui encerrado. Ya que más dá. Lo único que quiero es no volver a verlos, ni a tí ni a ella, pero quiero lo mejor para esos niños, ellos no tienen culpa de lo que nosotros los adultos hacemos. -dijo con corage en sus palabras.

Lo miré incrédulo y no pude dejar de sentir furia. Los recuerdos estaban tan presente en mi mente que no soportaba su presencia.

-Tu y Criss se han puesto de acuerdo para quedarse con mis hijos? Por favor Ryan. Son hijos de Daiana, yo soy el padre. No es tán fácil lo que piden.

Lo ví hacer una mueca y agarró la celda acercándose tanto a mi desde el otro lado que pude jurar otro enfrentamiento, sin percatarme claro que existía algo de por medio que no nos dejaba.

-No me importa lo que pienses Mendietta, mucho menos lo que puedas sentir. Esos niños los ha criado Criss. Tu nunca has estado ahy para ellos. Daiana tampoco. Son hijos de Criss porque ella es quien los ha visto crecer día a día, noche a noche mientras ustedes dos han estado envuelto en hacerse el daño que se han hecho. -dijo jamaqueando la reja.

-Te odio Ryan, no sabes como te he detestado todo este tiempo. No sé porque razón te empeñastes siempre en estar de por medio. -dije sintiendo un nudo en el pecho.

-Me quito de tu camino Keinan. Ya no lucharé más por Daiana. Hazlo tú si puedes desde acá dentro. -dijo riendo

-Maldito inféliz. -murmuré retumbando la reja.

-Sabes?, siempre me pregunté porqué Daiana nunca veía las cosas como las veíamos yo y Criss. Supistes envolverla, supistes engañarla todo el tiempo. Pero ahora espero que al final ella abra los ojos y choque con la realidad. Cuando eso suceda será muy tarde Keinan. Yo y Criss estaremos muy lejos con los niños.

Apreté los tubos de la celda y me acerqué hasta dar contra ellos, el se retiró rápidamente hacia atrás.

-Lárgate Ryan. -dije furioso.

-Hasta siempre Mendietta, que pena que deje a tu mujer libre cuando tu apenas puedes disfrutarla. -dijo riendo a carcajadas mientras se alejaba.

-Maldito inféliz. -murmuré viendo como desaparecia a mis ojos.

***************

Los días pasaban y pasaban uno detrás del otro sin diferencia, sin visitas, sin entablar conversación con alguien. Que estaba pasando? Habían detenido las visitas y pensaba en las ganas que tenia de ver a Daiana, cuando me levanté inquieto de aquella cama acercándome a la reja al escuchar las alarmas de fuego y seguridad sonar.

TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora