YA BASTA

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-Que hacia esa mujer aqui? -dijo ella tan sorprendida como yo

-No lo sé Daiana. -dije bastante aturdido

-Sabes algo Keinan, no soporto mas esta situación. Pensaba que habia hecho bien el haber regresado a tu lado. Pero otra vez me equivoqué. Estoy tan cansada de todo. -dijo llorando

Estaba ido, el corage se me había esfumado totalmente y ahora solo pensaba en Melisa. Que queria aquella mujer. Su regreso me indignaba.

-Daiana hemos pasado tantas cosas, -dije agotado sin ganas de mas.

-Ya esto no funciona Keinan, entiéndelo ya de una vez por favor. -dijo con la voz temblorosa.

Aquellas palabras eran las últimas que yo queria escuchar. Me volvia loco con tanta negación. De pronto volvió en mi el desespero y me levanté del sofa acercándome a ella, quien al verme en aquel estado dio algunos pasos hacia atras bastante asustada.

-Daiana mirame, -le dije obligándola a hacerlo.
-Yo te amo, nunca he dejado de hacerlo. Tu eres mi vida, eres mi soporte, eres mi todo. Yo solo quiero sentirte mia, que me ayudes a confiar en ti. La llegada de Melisa no cambia las cosas. -dijo abrazandome sin yo esperarmelo.

-Estamos luchando contra la corriente Keinan, y ya no me quedan fuerzas. -dijo ella sin corresponder a mi abrazo.

Sabía que tenia razón. Yo lo sentia. La sentia diferente, la sentia distante. No queria perderla, eso no pasaria, no me lo permitiria.

************

Habian pasado varios días desde aquella conversación, desde que Melisa se había aparecido de sorpresa en plena puerta. Yo y Daiana no estábamos bien. Ella practicamente no me hablaba nada, solo lo que le preguntaba y nada mas. Tampoco habian llamadas a Criss ni siquiera para saber de nuestros hijos. No habiamos salido del Hotel y la confianza cada vez era menos en aquella relación. Pareciamos dos extraños que se obligaban a estar juntos talvez porque en realidad en el fondo quedaba amor. Eso era lo que yo sentía y no queria equivocarme.

-Está el día nublado. -dije rompiendo con tanto silencio a la vez que encendía un cigarro.

Ella no dijo nada, solo siguió preparando el café sin mirarme.

-Te gustaria salir así?, -dije acercándome

-No -dijo en un monosílabo.

-No te esta gustando Paris? -dije tratando de entablarle una conversación.

-No -volvió a decir cortante.

Trague saliva tratando de mantener la paciencia, pero yo me conocia. En cualquier momento estallaria.

-Quieres ir de compras?, desayunar fuera?

-No. -volvió a decir

-La Torre?, La plaza?, quieres ir al Salón, que quieres hacer Daiana?, -dije tragando con dificultad.

-Contigo nada. -dijo mirandóme directo a los ojos.

-Nada?, -reí sin ganas al escucharla.
-Hablas en serio?, -dije incrédulo

-Nada Mendietta. -dijo ella llamándome por mi apellido, cosa que si me molestó.

-Vamos a ver, si te pongo el celular en tus manos seguro sabras que hacer verdad? -dije bastante molesto.

-Claro, llamaria a Criss, le preguntaria por mis hijos, cosa que a ti no te importa en lo mas mínimo.

-Bien, vamos a hacer la prueba Daiana. Toma, llama a casa de Criss, vamos a ver quien te contesta. -dije buscando su celular el cúal se lo había quitado desde nuestra llegada a Paris.

TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora