TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)

CANSADA

-Ya no voy a aconsejarte más Daiana, estoy tan cansada.

-Criss por Dios escúchame.

-Seguramente me llamas a escondidas verdad? Es su teléfono, dudo que te lo haya prestado.

-Tienes razón Criss. Keinan olvidó su celular. Salió un momento pero de seguro regresará muy pronto, por eso quiero que me escuches.

-Para qué Daiana? Para lo mismo?, sigues al lado de ese hombre sin importarte nada de lo que ha pasado. Tus hijos prácticamente son mios y esas niñas que vienen de camino no serán la diferencia. Sabes que Daiana?, me da lástima todo esto, pero sabes por quien?, por Ryan. Te has perdido un buen hombre. No está dispuesto a ayudarte más. -deciá Criss del otro lado haciéndome sentir muy mal.

Hice un leve silencio para luego volver a hablar, esta vez con un nudo en la garganta.

-Yo amo a Keinan. -dije soltando un suspiro, para luego seguir hablando.
-Lo amo con mi vida Criss, pero tarde he comprendido que mi vida a su lado será un infierno. Quiero terminar ya con todo esto y no encuentro la manera de hacerlo.

-Denúncialo Daiana. Hazlo ya de una vez aunque te duela. -dijo ella cansada ya de escucharme.

-Dame un poco más de tiempo Criss, solo un poco.

La escuché reir sarcástica y volvió a hablar.

-No permitiré que te lleves a los niños Daiana, te juro que estoy dispuesta a todo por no verlos sufrir. Después de todo tu solo lo que has hecho es traerlos a este mundo.

-No me hables así. -dije con llanto en la voz.

-Perdóname Daiana, pero no puedo callar lo que siento. Amo a esos niños, ya los siento mios. -dijo ella decidida.

Me quedé callada sin saber que decir, entonces ella volvió a hablar.

-Vive tu vida como la quieras seguir viviendo, pero te dará un buen golpe al lado de ese hombre. -dijo cortando la llamada sin despedirse.

Me quedé sin reaccionar solo pensando una y otra vez en sus palabras. En el fondo si me dolia haberlas escuchado de ella. Iba a borrar el registro de la llamada cuando escuché la puerta rechinar. Con disimulo puse el celular sobre la meseta.

-Keinan, me asustastes...
-dije sobresaltada al verlo llegar tan pronto.

-Olvidé la cartera, también el celular. -dijo mirándome raro.

El corazón me dió un vuelco ya que no me habiá dado el tiempo a borrar la llamada.

-Ve, ve y mira en el baño creo que está ahi. -dije nerviosa.

Sonrió haciendo una mueca mientras entraba a buscarlo. Yo aproveché el momento para borrar la llamada, pero el tiempo no me ganó.

-No es... -dijo sin terminar al verme con su teléfono en las manos.

Se acercó mirándome furioso arrebatándome el teléfono.

-Quieres verme la cara de idiota Daiana? -dijo buscando en el registro.

-Justo iba a dártelo. -dije nerviosa.

-A que demonios juegas conmigo? -dijo lleno de corage enseñándome el registro.

-Solo hable con Criss, quise saber de los niños. -dije desesperada.

El se rió, no solo por mis palabras y mi audacia, sino porque pensaria que le mentia.

-Haré algo mejor por ti. -dijo bastante enojado.

Lo miré confundida sin saber como reaccionar al verlo tan enojado. En cuestión de segundos me llevó al dormitorio y cerró la puerta. En verdad valia la pena salvar una relación que desde el principio parecía condenada a fracasar?, fue el último pensamiento que tuve antes de que empezara a golpearme una y otra vez. Caí al suelo y traté de reponerme. Lo miré fijamente, él también a mí. Me obligué a sostenerle la mirada y hablé sin poder pronunciar bien.