TRISTE

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Pasados dos días las cosas parecían normales entre Keinan y yo, hasta que esa tarde sonó su celular.

-Hola Jay, ya me estabas haciendo falta. -dijo el con una sonrisa plasmada en su rostro que le duró muy poco.

Lo ví ponerse bastante serio después de aquella conversación con su amigo del alma y me inquieté.

-Pasó algo? -dije al ver como terminaba de hablar.

-Nada -dijo secamente dándome la espalda, alejándose al balcón.

-Seguro? -dije intranquila mirando como encendía un cigarro.

-No pasa nada. -dijo cambiando la mirada.

El sonido de su voz era como un puñetazo a mi estómago. Lo vi darse una bocanada de humo mientras se alejó con los puños apretados.
Supé en aquel instante que algo no marchaba bien.

***********

Llegó la noche y supuse que Keinan me pediria salir a comer, ya que días antes lo había insinuado. Pero me equivoqué, no habia ninguna reacción de él. Ni siquiera una sonrisa. Cúanto mas duraba el silencio, mas larga y tensa se hacían las horas a su lado. Decidí ponerle fin a aquella situación y caminé hacia el. Me obligue a mirarlo a la cara, intentando sonreir.

-Porque no damos una vuelta? -dije sintiendo ganas de llorar.

-Claro, no estaria mal. -dijo haciéndome sentir bastante confusa.

-Genial, iré a vestirme entonces.

No dijo nada y vi que se levantaba a la cocina. Yo aproveché para darme un baño y prepararme rápidamente.

Diez minutos después salia envuelta en una chaqueta negra y un jean ajustado al cuerpo. Como complemento unos zapatos que aunque tuviera varias pulgadas de alto, no me dejaban alcanzar a Keinan. Hice un gran esfuerzo por mantener la compostura y lo miré.

-Ya estoy lista. -dije mirando como el no paraba de beber.

-Bien, voy a razurarme, me vestiré y bajamos. -dijo mirándome bastante serio.

Me senté en el sofa a esperarlo sintiéndome bastante nerviosa. Veia a Keinan tenso y eso no me agradaba.

************

Keinan pisó el acelerador hasta el fondo, lo notaba furioso. Iba golpeando el volante y murmurando maldiciones mientras conducia a la ciudad. El color de sus ojos brillaba, tenía la mirada profunda y la voz se le ponía ronca.
Señal de que estaba molesto.

-Vas muy deprisa no crees?

-Y a quien le importa? -dijo malhumorado.

Me quedé sin reacción ante su actitud y traté de serenarme.

-A donde vamos? -dije mirando que habiamos pasado la ciudad.

-Es una sorpresa. -dijo sin mirarme.

El resto del camino lo pase intrigada. Sabia que algo estaba mal. De pronto ví que encendió el radio del coche y empezó a cantar con el ritmo de la canción. Cuando terminó la letra, la música siguió y el se calló. Miró la carretera como buscando alguna cosa en particular y sonrió, disminuyendo la velocidad. La carretera estaba vacia. Dio marcha atrás lentamente y se estaciono al lado de un auto abandonado. La ciudad se veía a lo lejos aún así, lo miré extrañada.

-Estamos fuera de los límites de la ciudad. -dijo sin yo entender a que se referia.

-Y qué pasa? -dije nerviosa.

-Apagué el gps y no se registra nada. -dijo pasando la mano por su cabello.

-Y,,,,,? -dije mirando a todos lados.

TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora