TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)

PROCESADO

Había pasado un mes desde que había identificado a Keinan en el Distrito y aún no superaba el momento. Sabía que no tenia derecho a fianza y que le esperaban buenos años tras las rejas. Le pesaban varios cargos en su contra y todos con bastante peso. Tenia miedo de la realidad, una realidad que ya estaba empezando a vivir. Me hacia falta, demasiada falta. Tanta que el desespero pudo más conmigo.

-Señora Maverick como es posible que siendo usted la perjudicada, la persona que lo denuncio por tres de sus cargos y la que lo ha señalado en el Distrito quiera visitarlo?, -dijo el abogado sin poder creerselo.

-Por favor quiero verlo, necesito hacerlo. Ha pasado mucho tiempo desde que lo denuncie, no sabia que esto seguia en pie. Pensaba que si estaba preso era por dispararle a mi amigo. -dije desesperada

-Son cosas diferentes Señora, ese es un cargo aparte y es el más grave. Sé que tendrá razones personales para querer verlo, pero si lo hace no la dejaran sola a su lado, jamás lo harian. Son visitas supervisadas. -dijo él tratando de hacerme entrar en razón.

-Necesito, necesito verlo, me conformo con eso por favor.

-No le prometo nada, aún así le avisaré cualquier cosa. -dijo él del otro lado.

-Gracias. -dije sintiendo un rayo de esperanza.

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Los días seguian pasando y yo seguia en la espera de verlo, escucharlo, decirle muchas cosas. Mi vida no era la misma, ni siquiera al lado de Ryan. El se había resignado a seguir tras de mí y yo estaba tan distante que ni siquiera lo miraba.

-Daiana. -escuché a Criss llamarme

La miré afligida, pero mi semblante cambió cuando ella siguió hablando.

-El abogado de Keinan llamó esta mañana, no te avisé porque dormias, pero dejó el recado que te otorgaron la visita. -dijo ella sin mucho ánimo.

-Ay Dios! -dije levántandome como una flecha.

-Hoy?, a que hora Criss?

-Ya en dos horas. Vé prepárate, Ryan te llevará. -la escuché decir incrédula.

-Lo hará? -dije sorprendida.

Ella me afirmó con la cara desencajada y siguió dándole de comer a los niños.

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Ya en una hora estabamos parqueados al lado del Distrito. Reinaba el silencio en el auto hasta que yo decidí hablar.

-Sabes algo? -dije con la voz muy baja.

El me miró sin decir nada.

-Te quiero mucho Ryan.

-No necesito tu lástima Daiana.

-Ay por Dios. -dije a sabiendas que estaba molesto.

-Sabes algo tu? -dijo mirándome serio.

-Te escucho.

-Keinan casi me quita la vida, es un asesino y aún asi sabes que Daiana? le doy la razón cuando decia que eras una estúpida necia. -dijo Ryan dejándome sin palabras.

Me baje bien molesta del auto y al hacerlo tiré de la puerta. El solo giró la cara del otro lado y no dijo nada. Caminé a toda prisa y entré hasta la sala donde me reuní con el abogado.

-Hola Maverick. Ven vamos.

Trague con dificultad y seguí tras de el. Ya subiendo a la sección de visitas las piernas empezaron a temblarme de tal manera que juré que no podría caminar más. El abogado sonrio y me puso una mano sobre el hombro.