-Vaya! al fin cojes mi llamada. -dijo mi amigo al parecer bastante desesperado.
-Me dejo Jay, se fue y me dejó solo. -dije tirado en el suelo, en plena calle. Me terminaba la tercera botella de whisky.
-Que dices Keinan?, estás bien? -dijo el sorprendido
-Me estoy muriendo. -dije echo una mierda.
-Porfavor dime que estás bien, con quien estás, Daiana está ahi?, quien está a tu lado.
-Nadie Jay. Estoy solo, estoy en la calle.
-Que haces Keinan?
-No estás en el Hotel?, que haces?, estás bebiendo verdad? Ahi alguien a quien puedas llamar para que te haga compañia?- A Melisa, esta en Paris tambien pero lo que quiero es morirme Jay, quiero morirme. Quiero dejar de existir. -dije mirando el arma que tenía a mi lado.
-Keinan llama a Melisa, que te haga compañía porfavor. No estés solo ahora. Estás mal. Dios amigo porfavor Daiana no es la única mujer en el mundo. -decía Jay mientras yo me limpiaba la cara toda mojada de licor y lágrimas.
-Iba a pedirle que se casara conmigo y sabes que?, me desprecio. -dije riendo como un desquiciado.
-Daiana me dejó, me dejó. -decia dándo golpes con el arma sobre el suelo.-Que es lo que suena Keinan?, dime que haces?
Me quedé callado por un momento observando lo que aguantaba una de mis manos. La llevaba hacía muchos años y en realidad nunca había tenido necesidad de usarla. Solo la guardaba porque era parte de mi pasado. Pero en aquella ocasión me sentía muy diferente. La mente me vagaba, me sentía solo y deprimido. Me sentía desecho, despreciado, queria morirme. Me había vestido con la misma ropa que usaba cuando la tenía secuestrada. Me sentia perdido y mis recuerdos me atormentaban.
-Keinan -gritó Jay otra vez.
Me sobresaltó su voz del otro lado y miré el celular.
-Jay -dije cayendo en tiempo.
-Hoy mismo salgo para allá. Pero ahora Keinan te pido que porfavor llames a Melisa o vete al Hotel por favor.
Reí sin ganas y corté aquella llamada sin decirle mas nada.
***************
(DAIANA)
Había llegado al edificio donde aún estaba alojada y entré rápidamente recojiendo todo cuánto pude y guardándolo a toda prisa en la maleta. Tenía que irme de allí, ya estaba decidido. Keinan me había hecho tantas cosas que ni siquiera había sentido lástima por el. Miré mi semblante en el espejo y esta vez si me gustaba lo que veía. Una mujer decidida sin miedo a una nueva vida junto a sus tres hijos.
Pero llevaba conmigo el recuerdo de sus malos tratos, y así me verían Criss y Ryan. Tenía marcas de sus golpes en mi cara y a pesar de que las podía tapar un poco con maquillaje, me seguían doliendo.
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TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)
SonstigesEsta novela se basa en 3 Partes SECUESTRADA (PARTE 1) AMARTE DUELE (PARTE 2) TERRIBLE OBSESIÓN (PARTE 3)