Noche y vino.

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Después del desfile muchas casas importantes de moda se me acercaron, me llegaron a preguntar si estaba interesada en trabajar con ellos, a lo que acababa el desfile ya tenía 10 propuestas, me había ido increíble y fue gracias al impacto de Joseph y Jamie, y por supuesto mis diseños. Terminó la exposición y me acerqué a los chicos, los felicité por lo bien que nos fue, y también les agradecí la ayuda. Como agradecimiento les tenía que dar algo ¿no?, así que los invite a celebrar ese día, en mi país y creo que en todo latinoamérica tenemos la costumbre de invitar a almorzar o cenar pero hecho por uno mismo, con comidas típicas de cada país, pero preparados por uno mismo, así se demuestra la gratitud, además una buena comida alegra los corazones. Inmediatamente caí en cuenta que no sabía donde ir a cocinarles, donde me estaba quedando no podía cocinar, era complicado, quería agradecerles de algún modo u otro. No sabía que hacer, me sentía muy angustiada. Pero cuando pensé que todo estaba perdido escuché decir:

-Nat, ¿Eres Latina, cierto?- me preguntó Jamie. 

-Sí, soy latina. -respondí algo extrañada 

-Es súper bueno, mi novia y yo queremos comer comida latina, y bueno, agarrando mucha confianza, ¿te gustaría prepararnos algo de tu país en mi casa para celebrar tu gran éxito?-me preguntó Jamie con una sonrisa muy amigable. 

¿Acaso lee mentes? pensé, no sabía si era destino o casualidad, pero gracias universo por escuchar y gracias antojos de Jamie, me dije a mi misma. 

-Suena genial, por supuesto. -respondí entusiasmada. 

-¿Nos vas a acompañar Joe? -añadí mientras miraba a Joseph. 

-Claro, me encantaría probar tu cuchara latina.-respondió con alegría. 

-Bien perfecto, ¿nos vemos a las 6?-preguntó Jamie. 

-A las 6 está perfecto, ¿paso por ti a tu hotel Nat?-respondió Joseph. 

-Sí, si gustas.-respondí con algo de nervios. 

(...)

Llegué a mi hotel, estaba muy feliz por el resultado de la exposición, rápidamente llamé a mi mamá y a mi amiga, les conté todo lo que me había pasado, no se lo podían creer, bueno no las culpo yo tampoco me lo podía creer. Si hace unos meses atrás me hubieran dicho, cuando vayas a Londres, te vas a encontrar con Joseph Quinn y él te ayudará con la expo. O sea, algo irreal, una fantasía. Había hablado mucho tiempo, no me había percatado de la hora, solo tenía 2 horas, 2 HORAS!!!! para prepararme, me levanté de inmediato, y comencé a ducharme, quería estar fresca, así que me lavé el cabello, me hice una skincare mientras pensaba en mi outfit, tenía que verme bien ¿no creen?, iba a cenar con Joseph y Jamie, tenía que estar a la altura, radiante como una estrella de cine. Me puse mi mejor atuendo, me maquille lo mejor posible y me puse mi perfume favorito, una fragancia dulce pero no empalagosa. Alisté un bolsito con algo de dinero, mi celular y un labial. Ya era hora de irme, me llamaron a la habitación diciendo que alguien me estaba esperando. Entré en pánico, sentí algo raro en el estómago, y mis manos empezaron a sudar. ¿Que era lo que me estaba pasando?, estaba nerviosa aún así tomé fuerzas y bajé. Me dirigí a Joseph, y él se me quedó viendo con una mirada muy seductora, podía notar que me veía y claro me puse aún más nerviosa. Nos quedamos mirándonos como idiotas, él estaba precioso como siempre, olía tan bien, nuestros perfumes combinaban. 

-Estás preciosa.-me dijo me agarraba la mano y me hacía dar una vuelta. 

-Gracias, tu igual.-le respondí. 

Se me acercó, y me acomodó el cabello, mientras hacía eso, suspiró. ¿Era un suspiro de hueles increíble o de me estoy enamorando? En ese punto, aún no lo sabía. 

how i met Joseph QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora