how i met Joseph Quinn

De nuevo

Creo que el silencio ya era una respuesta, pero necesitaba que me lo confirmará. Se veía que nuestros caminos nunca estarían juntos de nuevo, bueno, mucho drama solo era un año. ¿Qué podría pasar? una relación a distancia es muy difícil no sabría si podía aguantarla, pero no sabía lo que Joseph quería. 

Luego rompí el silencio diciendo.

-¿Al menos, me seguirás amando a distancia?

-Preciosa, creo que nunca lo dejaré de hacer.-dijo volviéndome a abrazar 

Me puse a llorar, habíamos pasado ya por tantos obstáculos que pensé que por fin podíamos estar bien y felices. 

-Aproveche esta oferta, disfrute lo que más ama y espero ser de nuevo tu inspiración. Aún me faltan unas semanas antes de irme, ¿las disfrutamos?-dijo 

sonreí y acepte.  ¿era lo que quedaba o no?

 ....

En esas semanas hicimos cosas bien románticas, fuimos de paseo por toda Europa y en una de esos viajes, paso algo que para mi fue inesperado. Joseph tenía un viaje reservado a Grecia donde nos esperaban unas personas, en realidad ni siquiera sabía quienes estarían ahí, pensé " mmm, a lo mejor es Jamie y Joe" seguro también se quería despedir de ellos, bueno, habíamos llegado. Nos cambiamos y fuimos hacía la playa, pasamos una tarde para nunca olvidar, hubieron bastantes besos de despedida creo que esos son los mejores, por que uno los aprovecha más, al caer la noche Joseph me dijo que me arreglará para ir a cenar y que nos estaban esperando. Bien, le hice caso y estuve lista en 10 minutos. Llegamos al restaurante y había una mesa reservada, nos dirigimos hacía ella, cuando par mi sorpresa habían dos mujeres sentadas ahí, solo me quedé extrañada, me senté y sonreí. 

Joseph saluda a las mujeres y dice lo siguiente: 

-Madre, hermanita, ella es Natalie, mi novia.

ME IBA A PRESENTAR A LA MAMÁ Y A LA HERMANA, ESTOY QUE LLORO 

Algo sonrojada me levanté de la mesa a saludarlas como debe de ser. 

-Mucho gusto, para mi es una sorpresa y un placer conocerlas.-dije apenada 

-Para nosotras igual es un placer.-dijo la madre de Joseph. 

Me estuvo preguntado varias cosas, en una de esas preguntas que hacen las suegras. 

-¿Tu piensas tener hijos?-preguntó 

SEÑORA, RELAJESE

-No he hablado eso aún con él, creo que tal vez cuando nuestras metas ya se hayan cumplido, creo que pensaríamos en hijos, además aún no estamos casados. -respondí carismáticamente. 

-Me gusta como piensas, pero ya estoy algo mayor y quiero un nieto.-dijo 

-Sí mamá, pero aún no es el momento.-dijo Joseph agarrándome la mano

Creo que se sentía un poco la tensión, pero después de eso seguimos hablando de la vida y ya todo mejoró. Llegamos al momento de irnos hacía nuestras habitaciones, pero la hermana dice: 

-Nat, ¿quieres acompañarme al balcón un momento?-dijo ella 

-Claro- respondí aunque se me hacía raro. 

Joseph se había ido rápido del restaurante, después de unos minutos nos acercamos al balcón, y sobre la arena había un mensaje que decía. 

¿Puedo ser tu esposo? y ahí quedé paralizada. 

En mi opinión, era muy pronto para casarme, literalmente nos íbamos a separar por bastante tiempo. Es decir, él se iba a ir por más de un año. No sabía como llevar una relación a distancia, menos un matrimonio. Pero, amaría poder casarme con él, pero cuando estemos los dos en el mismo lugar y poder formar una familia. 

Así que bajé donde él, lo besé e inmediatamente le dije 

-Mi amor, si me estás pidiendo matrimonio solo por darme seguridad de que vas a regresar por mí, con mucha pena te digo que no. 

Todos se quedaron en silencio profundo, a Joseph se le pusieron los ojos brillosos, y solamente me abrazó. "¿Cómo vas a desaprovechar esta oportunidad?" dijeron. Les contesté: "No hay por qué apresurarnos, nos vamos a alejar bastante tiempo, no quiero que esté comprometido, solo por querer mantener la relación."

Los demás se quedaron en silencio, y Joseph me abrazo y besó como nunca lo había hecho, nos fuimos rápidamente hacia nuestra habitación. 

-Fue una decisión difícil decirte que no.-dije 

-Lo sé amor, pero fuiste valiente y sensata.-dijo él.

-¿No estás enojado?-pregunté. 

-¿Cómo por que lo estaría?-dijo él. 

-Por tomar la decisión más madura y cuerda.-añadió mientras me acercaba a él. 

-Amaría poder casarme contigo, pero no es el momento.-dije 

-Lo sé, y te amo más por eso.-dijo mientras me ponía sobre él.

Lo que pasó después se lo podría contar a detalle, pero no sería muy correcto de mi parte, se los narraré con metáforas, símil o lo que sea. 

Estuve encima del mundo, me tenía viendo las nubes, estábamos los dos en el paraíso, él lentamente tocando el fondo del océano, minutos después se sumergió y nadó por bastante tiempo, me preocupaba que le faltará el aire, pero nadaba tan bien que parecía experto, luego salió de la superficie y volvió a entrar con su submarino, ese submarino tan grande y largo, hizo que temblará el mar, un tsunami le dicen, dejó al océano temblando mucho tiempo, pero el océano no le molestaba para nada. Luego yo me arrodillé para pedir perdón por mis pecados, él dirigiéndome para poder rezar bien, unos minutos rezando me pudo perdonar, y lo sé porque podía notar su cara de salvación, y sentí en mi cara la bendición que me echó, luego los dos nos fuimos de viaje por el paraíso y sin darnos cuenta ya había amanecido.