Capítulo 6: La efímera paz de la comprensión

981 123 30
                                    

Después de lo acontecido con Kageyama, el partido no continuó, y todos los jóvenes estaban nerviosos por el estado del armador oficial de Karasuno. Pocos minutos después de que se lo llevaran del gimnasio, ellos fueron a la enfermería para conocer más detalles de su condición.

"Tiene una contusión, y un corte superficial en la frente. Vamos a esperar que despierte." Varios lucían decepcionados, pero decidieron hacer caso y simplemente esperar. Se quedaron ahí junto al pelinegro durante más de una hora, hasta que comenzó a gimotear y a abrir sus ojos.

"Hola, Kageyama-kun... ¿Cómo te sientes?" Preguntó la enfermera con una sonrisa amistosa. El joven parecía estar confundido, más aun al ver a todos los demás reunidos ahí junto a él.

"¿Qué pasó?"

"Tuviste un accidente en el partido, y te golpeaste la cabeza. ¿Recuerdas algo de eso?"

"Sí... Algo... Pero no muy bien..." Respondió con inseguridad Kageyama.

"Tranquilo, eso es perfectamente normal. Voy a realizarte unas pruebas, ¿está bien?" Ante la pregunta, el pelinegro solo asintió, y la enfermera comenzó a realizarle varias preguntas sobre él, algunas sobre cultura, juntos a otros exámenes físicos. "Parece ser que todo está bien, pero tendrás que descansar por al menos unos tres días; te haré una nota. Vuelvo en un momento." Y así la mujer desapareció detrás de uno de los biombos dispuestos entre las camas.

"Kageyama, ¿Qué ocurrió en la cancha? Estabas muy distraído." Cuestionó con delicadeza el capitán de Karasuno. "Cualquier cosa que te pase, puedes contar con nosotros, lo sabes, ¿no?"

"Lo siento, no he dormido bien estas últimas noches... eso es todo." Tobio replicó con la vista clavada sobre sus manos que movía de forma nerviosa. Poco después levantó la cabeza para mirar a su alrededor curioso, hasta que vio un reloj de pared. "¿Cuánto tiempo estuve durmiendo?" Preguntó con espanto, para sorpresa de los demás, y fue Iwaizumi quien decidió responder.

"Pues, creo que han pasado cerca de dos horas desde que te sacaron de la cancha-"

"¡¿QUÉ?!" Después del exabrupto, Kageyama comenzó a mirar con urgencia hacia todas partes. "¡Mi bolso! ¡¿Dónde está mi bolso?!"

"Tranquilo, no te-"

"¡Mi bolso! ¡¿Dónde está?!" Fue Tsukishima quien se acercó con el dichoso bolso hacia él para entregárselo.

"Aquí está. Ahora, tranquilízate." Le ordenó con fuerza. Al instante, el pelinegro consintió y abrió el morral para sacar un libro de texto y ponerse a leer con absoluta concentración.

"Emmm... ¿Kageyama? ¿Por qué mejor no dejas eso y duermes?" Sugawara preguntó mientras lo miraba confundido, al igual que los demás.

"No puedo. Estudiando." Fue la respuesta.

"¿Sigues estudiando para el examen de historia de mañana?" El pelinaranja dijo con inocencia. "Si no entiendes algo estoy seguro que Yachi-san podría ayudarte-"

"No. Ahora cállate, necesito leer." Kageyama replicó con el ceño fruncido sin levantar su mirada del libro.

"Tal vez te sientas más cómodo si nos reunimos Tsukki, Hinata, tú y yo a estudiar." Ofreció Yamaguchi con timidez. "Podríamos ayudarte en lo que-"

NO! ¡NO QUIERO DE SU AYUDA!" Terminó vociferando descontrolado. "¡QUIERO HACER ESTO SOLO! ¿¡ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER!?"

La habitación quedó en completo silencio, mientras Kageyama seguía con lo suyo, pero sin indicios de volver a calmarse y recobrar la compostura. Se miraron entre ellos, preguntándose tácitamente que estaba ocurriendo. A medida que pasaban los minutos, Tobio, quien seguía intentando estudiar, empezó a lucir más y más desesperado. Pasaba las páginas con violencia, como si buscara una información específica pero no de forma exitosa. Sugawara se acercó a él y posó su mano suavemente sobre su hombro. Antes de que siquiera pudiese abrir la boca, Kageyama explotó nuevamente, cerrando el libro con fuerza y dejándolo a un lado. El pelinegro acercó sus rodillas a su pecho para esconder su rostro y abrazar sus piernas.

"Kageyama... ¿Qué pasa?"

"No sirvo para nada..." Murmuró de forma lastimera Tobio.

"¿De qué estás hablando? Eres un armador increíblemente talentoso, y tienes un futuro brillante frente a ti." El sub capitán señaló incrédulo.

"¿Y eso qué?" La situación era demasiado extraña que nadie más se atrevía a decir algo. "Soy demasiado estúpido para hacer cualquier otra cosa... Ni siquiera puedo aprobar una mierda de examen por mí mismo..."

Todos seguían mirándose sin saber como lidiar con la situación. Sin embargo, Tooru sentía que algo en el exabrupto de su antiguo kouhai le era increíblemente familiar... Pero... ¿De cuándo? Pensaba y pensaba mientras Kageyama seguía con su extraña conducta, cuando lo recordó. Fue ahí que decidió él acercarse al joven para hablarle.

"Tobio, ¿acaso te lesionaste?" Hajime supo en el momento que su amigo hizo esa pregunta por qué la había hecho, haciéndose una idea de lo que ocurría.

"No... Por ahora..." Karasuno, quienes se alarmaron al oír la pregunta de Oikawa, se sintieron aliviados al escuchar su respuesta. Sin embargo, Tooru e Iwaizumi, fruncieron el ceño por el final de la frase. El castaño volteó a ver el libro de texto sobre la cama, lo tomó, y exploró su contenido. Había una sección específica que estaba llena de notas y papelitos pegados. Los apuntes se veían difusos y algo desordenados, pero se notaba el esmero detrás de ellos. Sin embargo, algo que también llamó mucho su atención fue que el inicio del libro estaba casi intacto.

"Comenzaste a estudiar hace poco, ¿cierto, Tobio?" No hubo respuesta, pero no esperaba una de todas formas. "Creo que deberías aceptar que si no preparaste tu examen con tiempo, entonces lo más probable es que repruebes mañana..." Dijo con calma, mientras Kageyama apretaba el abrazo a sus piernas, como si quisiera esconderse aun más.

"¡Oye!" Le reclamó en un susurro el pelinaranja, sin embargo Oikawa solo lo ignoró.

"Pero que repruebes en un examen no significa que seas estúpido o que destruyas tu futuro... solo significa que no supiste estudiar apropiadamente. Y eso también se perfecciona con el tiempo." Ante esto, Kageyama comenzó a descubrir su rostro con timidez. "Si realmente fueras estúpido, no podrías hacer todo lo que haces en la cancha. Puedes hacer lo que quieras, ya sea ser un jugador de volley, o un contador, o un cocinero... o lo que sea. Lo que pasa es que tú solo te haz concentrado en el volley hasta ahora, pero si le dedicaras el 10% del tiempo que dedicas a entrenar a estudiar... Estoy totalmente seguro que podrías aprender lo que se te plazca." Oikawa tomó el libro de texto y se lo entregó al pelinegro. "Solo no esperes que puedas hacerlo de la noche a la mañana... No pensé que tuviese que explicarte eso a ti..."

Kageyama lo miraba con atención, digiriendo sus palabras, las que definitivamente le daban una tranquilidad que hace varios días no sentía.

'Esos ojos... ¿Acaso-?'

"Y que alguien te ayude de vez en cuando tampoco es malo... ¿O acaso no recuerdas como Iwa-chan te ayudaba con tu salto hace tres años? Luego pudiste hacerlo perfectamente bien solo. Así la gente aprende en general, no solo en los deportes."

"Entiendo, Oikawa-san..." Replicó Kageyama en un tono bajo y tímido. "Graf-Ga-Gra-Gracias..." Expresó con dificultad. Hubo un breve momento de silencio antes de que volviera a hablar con más seguridad. "Pero el examen de mañana-"

"No pienses en eso por ahora..."

"Pero es que debo obtener-"

"Kageyama..." Le llamó Sugawara esta vez. "No creo que el examen sea un problema por ahora. Por si no te haz dado cuenta, sufriste un fuerte golpe en la cabeza y la enfermera ya te dijo que debías descansar por al menos tres días; te darán una nota y todo." Dijo con una pequeña sonrisa resignada.

"No me siento mal realmente-" Oikawa lanzó un leve gruñido de frustración ante la respuesta del pelinegro.

"Tobio, si te harán una nota para que descanses, es para que la presentes en tu escuela para excusarte por no asistir, ¿entiendes? Podrás tener una excusa para no dar tu examen mañana y prepararte mejor." El pelinegro, que nunca había tenido necesidad de excusarse en la escuela, jamás consideró eso.

"A-ah... ok..."

"Por ahora, solo duérmete... De seguro no haz dormido nada y te golpeaste muy fuerte; debes descansar. Si no cuidas de ti mismo, ahí sí que tendrás problemas en el futuro." En silencio, Tobio se recostó para dormirse al instante.

Iwaizumi se acercó a su amigo y le entregó una efímera sonrisa. Luego ambos volvieron a ver el rostro pacífico del pelinegro mientras recuperaba el sueño que mucha falta le hacía.

Punto de Inflexión [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora