04. memory lane

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❝MEMORY LANE❞▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄

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MEMORY LANE
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― ¿Así que Damon viene? ― le preguntó a Elena mientras la ayudaba a ordenar la mesa para la barbacoa que Jenna estaba organizando, donde Alaric, Mason Lockwood y para su sorpresa, Damon, estaban invitados.

― Idea de Alaric ― respondió la castaña distraídamente.

La rubia asintió lentamente y luego miró a las dos mujeres Gilbert desde su sitio. ― Por cierto, gracias por dejarme invitar a Caroline. Necesita distraerse.

Jenna le sonrió acercándose a ella y a Elena. ― Ella no es la que me preocupa. ¿Por qué viene Damon?

Elena miró a su tía para repetir lo mismo que antes. ― Pues porque Alaric es amable. Sé amable, Jenna.

― Lo seré cuando Damon aprenda a no tocarte ― aclaró. Ninguna dijo nada por la sorpresiva entrada de Mason al salón.

― ¡Miren esto, encontré el tequila!

― Y con eso, es hora de nuestra salida ― le dijo Elena a Valentina, quien no pudo protestar al ser arrastrada fuera del lugar para dejar a los adultos solos.

• • •

― Uh, hola, Stefan. Pensé que vendrías a la barbacoa, ya sabes, en casa de Elena. ¿Sucedió algo?, llámame cuando escuches esto.

Sentada en el porche de Elena, Valentina soltó un suspiro luego de mandar el mensaje al buzón de voz del castaño. Había dejado a Caroline y Elena en el cuarto de la castaña con la excusa de ir al baño, pero en realidad había querido comunicarse con Stefan porque tenía un mal presentimiento desde hace rato.

― ¿Era Stefan? ― la voz de Caroline la hizo guardar su teléfono y alzar la vista para mirarla ahora sentada frente a ella con un tazón de papas fritas.

― Sí, no se ha comunicado desde hace horas y no sé si preocuparme...

― Creo que está bien ― aseguró la vampira. ― No puedo dejar de comer. Stefan dice que ayuda a calmar la ansiedad. Es algo horrible luchar contra la necesidad de sangre todo el día.

― Puedo entender algo, pero poco a poco serás más fuerte, Care ― comprendió con una mirada de preocupación. ― Stefan odia esa parte también.

― Sí, y él odia que tú seas su gran tentación ― dijo Caroline de la nada, haciéndola fruncir el ceño. Sabía que era difícil para él estar cerca a ella, pero nunca le había dicho que la odiaba por ello.

― ¿Él dijo eso?

Caroline asintió. ― ¿El deseo de morderte la yugular cada vez que conviven? Créeme, está ahí. Por eso tuve que romper con Matt.

𝐋𝐄𝐕𝐈𝐓𝐀𝐓𝐈𝐍𝐆 ― stefan salvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora