Cuando volvemos a casa y veo que está a punto de subir los escalones a su habitación lo detengo de inmediato.
−Un momento
Se gira y me mira sonriendo.
−Sé que disfrutas de la vista Alex -dice mirando su cuerpo− Pero en verdad estoy algo cansado y quiero dormir
−Calla y escucha, Fred ha decidido no hablar pero ¿Ya pensaste como pagaras mi silencio? Además del jarrón roto de mi madre
−Comprare otro jarrón, a ti puedo obligarte a cerrar la boca
−Aham... ambos sabemos que estas en mucha desventaja
−Necesito mis manos y ya, es simple
−Déjate ya de juegos... solo dime que pasó y quizá consideré quedarme callada
Él rueda lo ojos, baja los escalones y camina hacia la sala dejándose caer en el sofá.
−¿Y bien? -pregunto desesperada
−Paciencia, demonios quiero un cigarro
−Eso lo haces después
−¿Por qué quieres saber?
−Porque soy una chismosa
−Claro... pues estaba ganando algo de dinero, así que gané una carrera el tipo se enfureció no quería pagar comenzamos a pelear, en mi defensa fue una pelea injusta pues él estaba armado y entonces, me dejó así
−¿Cómo llegaste aquí?
−¿Me trajeron? -pregunta como si fuera lo más obvio
−¿Por qué no te llevaron a un hospital?
Él suelta una risa mientras se acomoda en el sofá subiendo los pies en la mesa de café de mi madre.
−Son pandilleros Alex, ellos no van a hospitales si les pasa algo, además no estaba tan mal hasta que llegué aquí
−No deberías juntarte con ese tipo de personas
−Lo hago por una buena causa ¿Lo olvidas?
−Pero mira las consecuencias, hoy fue una herida leve, mañana podrían venir a dejarte muerto
−Bueno eso no sería algo tan malo para ti ¿No?
No respondo. No tengo una respuesta. Bien lo odio, pero tampoco quiero que se muera. Sin embargo su pregunta no fue vaga y me mira esperando una respuesta.
−No pienso en mí, pienso en mi tío Jackson, ya tiene suficientes problemas Matt, no le causes más
−Él sabe la solución
−¿Quieres volver con tu madre?
Si mirada se clava en la mía y puedo ver como mi pregunta le ha molestado.
−Iré a fumar -responde sin más mientras se levanta, no me muevo hasta que escuchó la puerta de la azotea cerrándose
−Si mamá tranquila... si él tío Jackson ya llegó de trabajar temprano, se ha ido a dormir... si Gaby está aquí... no no saldremos tarde... Lo sé mamá... también te amo diviértanse adiós
Cuelgo el teléfono. Es domingo por la tarde y mi mamá ha hablado ya dos veces una a primera hora.
−Tú mamá es peor que la mía
−Bueno es que yo soy peor que tú
−Oye... ¿Si saldremos hoy cierto? Me lo prometiste
−Sí, ¿Pero a dónde?
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La apuesta 2 ©
Teen FictionCuando te han traicionado lo ultimo que quieres es volver a jugártela en el amor. Pero de vez en cuando hay que arriesgarse y apostarlo todo aun sabiendo que quizá no tengas el numero ganador. Segunda parte de La apuesta. Obra registrada en Safe Cr...