Jueves diecinueve de marzo. Las semanas han pasado y las cosas no han mejorado en nada. Incluso creo que han empeorado. Tío Jackson y Matt siguen viviendo aquí. Al parecer encontrar un buen empleo no es tarea fácil hoy en día. Mi tío tiene empleo, pero no lo suficiente como para pagar una casa y mucho menos rentar algo. Pero el problema no es él, si no Matt.
−Quieres por milésima vez bajar los pies de la mesita de té de mi mamá, esto es una sala no una cama
−A ella no le molesta
−Eso solo te lo dice porque tiene un corazón de pollo pero en realidad lo odia, a mí me regaña siempre
−Quizá a la que odia es a ti
−¡Bájalos ya!
Le tiro un cojín en la cara. Él me mira molesto y se pone de pie.
−Aléjate de mí o grito
−¿Y quién va a escucharte?
−¡Gray!
El gran Gray, mi perro fiel llega y de inmediato comienza a ladrar furioso a Matt. Se ha convertido en mi protector.
−Un día tu perro va a amanecer muerto
−Si le haces algo juro que te castro
−Si quieres ver mi cuerpo desnudo solo tienes que pedirlo
−Qué asco
−Eso dices ahora
−Te odio
−Nah, tú lo que tienes es una terrible frustración sexual hacia mi
−Ha ha ha, que risa ¿Ahora eres psicoanalista?
−Me intereso más por el conductismo, haces algo bien por mi recibes un premio, haces algo mal, te castigo
−Debes de dejar de leer a Christian Grey
−¿Dónde aprenderé más trucos entonces? —se finge asustado
−Eres un cerdo
−Pero no de tu corral
−Y un pelado
−Ese si quieres puedes hacerlo tú
−¡Agh!
Lo ha logrado, su único objetivo es que me vaya de la sala y lo logra. Mi celular comienza a sonar con la alerta de mensaje en cuanto cierro la puerta de mi habitación.
Matthew W: Tengo hambre ¿Ya harás la cena?
Yo: Tienes manos, úsalas .l.
Matthew W: Propuestas indecorosas con señales obscenas, pero no gracias, hoy quiero comida
Yo: Háztela tú solo
Matthew W: Pero aquí no hay privacidad
Yo: Deja de molestarme zángano
Matthew W: Te gusta que lo haga
Yo: ¡NO!
Matthew W: Entonces ¿Por qué sigues respondiendo? 7u7
Maldición, si no respondo será como si no quisiera que se dé cuenta, pero si lo hago también. Quiero lanzar el celular a su cabeza solo eso. Abro la puerta de mi cuarto y grito.
−¡Eres un perfecto imbécil!
−¡También te quiero Alex!
Si, así son prácticamente todos mis días, cuando no estamos peleando es porque simplemente estamos dormidos. O porque nuestro padres llegan. Él intenta hacerme explotar pero por mis padres intento tragarme mi odio hacia él.
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La apuesta 2 ©
Teen FictionCuando te han traicionado lo ultimo que quieres es volver a jugártela en el amor. Pero de vez en cuando hay que arriesgarse y apostarlo todo aun sabiendo que quizá no tengas el numero ganador. Segunda parte de La apuesta. Obra registrada en Safe Cr...