La apuesta 2 ©

Apuesta perdida

Supongo que eso que dijo mi padre de que nadie podía estar enojado conmigo por mucho tiempo en realidad no es verdad. Es martes y aún no he podido hablar con Matt por que se niega a verme.

−Vamos... anímate –me dice Gaby− Vamos a bailar hoy ¿Si?

−¿Con quién?

−Invitamos a Kent, Saúl y Greg

−Mañana es la fiesta de graduación, no creo que sea buena idea

−Más razones para celebrar

−No se Gaby

−Ash... −ella se queja luego revisa un mensaje de texto que acaba de llegarle− No puede ser

−¿Qué? –pregunto mirándola

−Es Jacob

−¿Y qué dice?

−Que necesita hablar conmigo

−Bueno ya era hora

−¿Debo ir?

−Pero claro que debes ir

−Pero...

−Gaby, necesitan hablar

−Lo sé –dice desanimada

−¿Te acompaño?

−No, será mejor que vaya sola

−Bien

Se despide de mí dejándome en mi cuarto. Bajo a la sala donde mis papás están.

−¿Tienes todo listo para mañana?

−Si –le respondo a mi mamá

−¿Y para el viernes?

Asiento sin ánimos.

Se preguntarán que debo hacer el viernes. Bueno, debo partir a la Universidad Pines. ¿Por qué tan pronto? Bueno, es una universidad con demasiadas reglas y peticiones. Debemos ir a instalarnos este fin de semana y estaremos ahí por un mes, nos darán dos semanas de descanso y luego volveremos para iniciar las clases normales. Durante el mes previo que estaremos nos impartirán diversos cursos y cosas por el estilo. No es algo que me tenga entusiasmada. Prácticamente me quedaré sin vacaciones de verano. Pero son los sacrificios de los que siempre habla mi padre supongo.

Afortunadamente para Gaby y para mi logramos conseguir un cuarto juntas. Tiene todo lo necesario para vivir ahí. Dos habitaciones, sala, un baño, cocina−comedor incluso un lindo balcón. Lo hemos visto por fotos y luce lindo.

−Pensamos en una fiesta de despedida –dice mi papá

−Oh no por favor... todo menos eso

−¿Por qué no?

−Porque no... ya es bastante difícil el hecho de tener que irme, una fiesta de despedida solo lo haría peor

−Bueno, pero tus abuelos vendrán –dice mi mamá− Al menos el día antes de que te vayas

−Eso suena bien, volveré en un mes

−Si pero solo estarás dos semanas y tendrás que irte de nuevo –dice mi mamá y noto sus ojos humedecerse− Lo siento

Ella se pone de pie dirigiéndose a la cocina.

−Diablos

−Tranquila –dice mi papá− Solo esta sensible porque te vas

−Parece que esto solo provoca tristezas

−Ella no está triste, está orgullosa de ti, solo que verte ir no es algo fácil, para ninguno