Vas a pagar

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Me despierto el jueves algo cansada. En realidad la cena de ayer fue algo agotadora. Mi mamá me prepara el desayuno, se por ella que mi papá se ha ido muy temprano por la mañana y me alegro un poco. No quiero ser la típica adolescente enfadada que ignora a su padre. Sin embargo hablarle no está en una de las cosas que más deseo hacer.

−No vengas a casa tarde ¿Sí? –me pide mi mamá− No sé a qué hora tú padre llegue y no quiero que tenga motivos para hacer un drama más

−Vendré directo de la escuela lo prometo

−Bien –besa mi mejilla y se va

Tomo mis cosas y hago lo mismo. Al llegar al estacionamiento veo el auto de Matt. Pienso en esperarlo, pero tengo mis dudas. Sin embargo el destino es grande quizá y el ascensor se abre antes de que si quiera tome una decisión. Matt sale de él y se acerca a mí sin quitarme la vista de encima.

−Buenos días –saluda

Sin pensarlo mis instintos me ganan y me acerco más para poder abrazarlo. Hundo mi rostro en su pecho y me deleito con su delicioso aroma. No sé qué es, pero me encanta.

−¿Estas bien? –pregunta en tono preocupado rodeándome con sus brazos, solo asiento con la cabeza− ¿Segura?

−Si –respondo al fin alejándome solo un poco para verlo

−Okey –dice alargando la palabra− ¿Vienes conmigo?

−Definitivamente

Subimos al su auto. El camino se hace en silencio pero no uno incómodo. No quiero decir nada y el parece estar igual y eso está bien para ambos. Al llegar Gaby corre hacia nosotros con J detrás.

−Escuchen –dice en voz alta pero sin gritar

−¿Qué pasa? –pregunto confundida

−Diles, bebé

Suelto una pequeña risa al escuchar a Gaby decirle bebé a Jacob, Matt me secunda.

−¿Pasa algo? –pregunta ella viéndonos molesta

−Ah... nada ¿Qué es J? –pregunto

−La banda de Kent, Saúl y Greg van a tocar mañana en el estadio de fútbol en el centro, hay un partido y lo harán durante el medio tiempo será su presentación más grande, tenemos boletos –J nos muestra con emoción los dichosos boletos

−Ah chicos... no creo que pueda, estoy castigada ¿Lo olvidan?

−No –dice Gaby con emoción− Pero está resuelto, convencí a mi mamá de que convenza a la tuya, te quedas a dormir en mi casa después o bien Matt te lleva a casa

Miro a Matt y él a mí, sin duda ambos tenemos el mismo pensamiento. Mi papá.

−No creo que eso sea posible –digo con desanimo− Y creo que ya deberíamos entrar a clases

Comienzo a caminar hacia la escuela. Gaby me sigue sin dudarlo. Agradezco un poco que Matt se quede con J, en realidad necesito hablar con Gaby. No necesito decirle que algo pasa, ella simplemente ya lo sabe. Llegamos hasta el salón y tenemos la gran suerte de que este desocupado. Comienzo a contarle a Gaby lo sucedido y sin duda no puede creerlo.

−Él ni siquiera se puso tan histérico con Dylan

−Lo sé, en verdad no lo entiendo

−Alexa, tu papá es un celoso

−Lo sé

−Pero también sé que serías incapaz de hacer algo que pueda hacerlo enojar o fastidiarlo

La apuesta 2  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora