Me separo de él no por que quiera hacerlo si no porque el aire me falta.
−No quiero acerté daño Alex –dice mirándome fijamente− Y sé que quizá sea el mayor idiota del mundo por decir esto pero el hecho de que no quiera hacerlo no significa que no lo haré, si te soy sincero pienso que has cometido el peor error de tu vida fijándote en mi
−Si te soy sincera... eso no es muy alentador
Él suelta una risa y yo lo secundo.
−Solo quiero ser sincero contigo
−Yo quiero no estar tan aterrada
Matt me acerca para depositar un beso en mi frente y después rodearme en sus brazos con fuerza a lo cual correspondo de la misma manera. No sé qué sigue para nosotros después de esto, pero tampoco me interesa averiguarlo tan pronto. Solo disfruto del momento, de que por fin deje de ser tan cobarde, me siento liberada y eso es increíble.
La luz que entra por la ventana da directo en mis ojos y me hace despertar. Estoy en la cama por completo sola. Lo cual es extraño porque no dormí sola. Después de sincerarme con Matt no es como que dijéramos mucho en realidad, pero no hizo falta, las palabras sobran de vez en cuando. Nos fuimos a la cama y mientras me acorruqué sobre su pecho y él acarició mi cabello pensé que hacía mucho tiempo no me sentía con tanta paz. Aun teniendo en cuenta la verdadera razón que nos llevó hasta aquí.
Me levanto de la cama y encuentro una pequeña nota en la mesita de noche a mi lado.
Salí a buscar el desayuno, no vayas a escaparte Alex.
Sonrió ante la nota. Me meto en el baño y me dispongo a darme una ducha. Cuando salgo él ya está ahí.
−No escapaste –dice con una sonrisa
−Lo pensé seriamente pero me perdería, además leí la palabra desayuno y mi estómago le ganó a mis ganas de salir huyendo
Matt se ríe un poco.
−Bien entonces desayuna
−¿Qué has traído? –pregunto mientras me acerco y me dejo caer a su lado en el sofá
Él comienza a rebuscar entre las bolsas de papel que tiene en la mesa de café.
−Desayuno inglés, jugo de naranja y té –me explica mientras me entrega un recipiente rectangular con tapa
Lo abro y el delicioso ahora inunda mi nariz y despierta a mí estómago.
−Date prisa que tenemos que salir
Me paso de un bocado los huevos resueltos para poder hablar.
−¿Nos iremos a casa?
−Nah
−¿Nah? –pregunto confundida
−Estamos en Londres, ¿Me vas a decir que no quieres recorrer un poco la ciudad?
Lo miro con los ojos bien abiertos y mi estúpida sonrisa de emoción, él sonríe al verme.
−¿Me llevarás en un tour? –pregunto emocionada
−Algo así supongo
Devoro mi desayuno, sin duda delicioso. Cuando ambos terminamos juntamos nuestras cosas y salimos de ahí.
−¿A dónde iremos primero?
−¿A dónde quieres ir?
−No lo sé tú eres el guía
−Bien, iremos a ver a la reina
Lo miro confundida y él solo sonríe. Luego de unos minutos en el auto lo aparca y comenzamos a caminar, no sé a dónde vamos pero en realidad no me importa mucho.
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La apuesta 2 ©
Teen FictionCuando te han traicionado lo ultimo que quieres es volver a jugártela en el amor. Pero de vez en cuando hay que arriesgarse y apostarlo todo aun sabiendo que quizá no tengas el numero ganador. Segunda parte de La apuesta. Obra registrada en Safe Cr...