2.Cuando el infierno se congela.

693 42 14
                                    

Todavía era la mitad del día, pero Adrien ya no tenía paciencia para asistir a más clases, él y Marinette ahora se veían obligados a sentarse juntos en las clases de la señorita Bustier. Lo cual no fue agradable ni para él ni mucho menos para la obstinada chica euroasiática. En general, Adrien disfrutaría la oportunidad de burlarse de ella, pero ese día en particular, solo quería un poco de paz.

Se saltó clases y decidió pasar el resto del día tirado en la terraza de la escuela, con la brisa fresca agitando su cabello rubio mientras analizaba qué haría con sus elecciones para el futuro. Adrien caminó hacia la barandilla de la terraza y se apoyó contra ella, mirando hacia abajo al movimiento de algunas personas caminando, fue entonces cuando vio una vista extrañamente agradable. Una chica con coleta, una vez más tratando de cargar más libros de los que podía cargar, caminando lentamente hacia un costado de la escuela tratando de equilibrar sus manos y no dejar que los libros se caigan. Adrien la siguió con la mirada hasta que desapareció de su vista.

Pretendía volver a tirarse a la sombra esperando que pasara el día, sin importarle su torpe compañera y lo que fuera que había ido a hacer dirigiéndose hacia el laboratorio, que tenía un pasillo angosto y casi siempre estaba mojado por algo que se...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pretendía volver a tirarse a la sombra esperando que pasara el día, sin importarle su torpe compañera y lo que fuera que había ido a hacer dirigiéndose hacia el laboratorio, que tenía un pasillo angosto y casi siempre estaba mojado por algo que se le había caído al suelo, con tantos libros bloqueando su vista. Adrien se cruzó de brazos, diciéndose a sí mismo que no le importaba. ¿Qué pasaría si se cayera o dejara caer tantos libros? ella era la que había decidido ir sola... de repente se detuvo y se permitió notar su propia observación, ¿por qué Marinette estaría sola? casi siempre estaba rodeada de sus amigos, especialmente con Alya, entonces, ¿qué estaría haciendo sola en el patio durante las horas de clase?

- Ah....me arrepentiré de esto.- refunfuñó Adrien después de un largo suspiro y fue hacia ella.

Marinette caminaba un poco temerosa, deteniéndose para estabilizarse cada vez que la pila de libros parecía que se iba a caer. Le gustaba ser desinteresada y ayudar, pero aún era la segunda semana de clases y ya había decidido que nunca más se ofrecería a ayudar a la bibliotecaria de la escuela.

- ¿Qué tenemos aquí?- Marinette se estremeció al escuchar la melodiosa voz de su compañera. Se giró lentamente, ya con el rostro serio, para encarar la expresión divertida en el rostro del chico apoyado contra la pared con los brazos cruzados.- La representante de nuestra clase saltando clase, que cosa tan fea.

- No voy a faltar a clases. - disparó ella. - Tengo permiso para ayudar en la biblioteca en este momento.

- Ahora entiendo porque siempre te ofreces a ayudar, es una gran excusa para faltar a clases

- Yo no...- Marinette empezó a hablar pero luego se calló, cerrando la boca con fuerza. - Sabes qué, no tengo que darte explicaciones. Por cierto, ¿qué haces TÚ aquí?

- Tampoco te debo explicaciones mariquita. - respondió tomando el libro que estaba encima de la polla en las manos de Marinette. - Hmm... Louis Pasteur, no sabía que te gustaban los experimentos.

|+18| Je déteste t'aimer ! - AdrienetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora