8. Condiciones

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La fémina respiró hondo, girando su cuerpo hacia el modelo de habla arrogante. Marinette sonrió con falsa amabilidad y lanzó un bocado al aire.

- ¿Me extrañaste bugaboo? - músico el Agreste.

- La última hora lejos de ti fue lo más destacado de mi día. - resopló la de coletas mientras se ponía una cuchara de helado de menta en la boca lamiendo la cuchara.

Qué demonios, ¿tiene alguna idea de lo sexy que es esto?

- Pues mi corazón se afligió sin ti. - bromeó con sarcasmo exagerado, quizás porque había una pizca de verdad en esas palabras.

Él la miró con una sonrisa arrogante que logró hacerlo aún más encantador. Pero luego las facciones del modelo se volvieron molestas cuando el joven pelirrojo se paró frente a Marinette, golpeando entre ellos.

- H-Hola Adrien. ¿C-como estas?

- De mal humor. - masculló con irritabilidad

- ¿Qué es lo nuevo? - murmuró la Cheng.

- Adrienzinhoooo. - Chloe se lanzó a los brazos de la rubia chocando con Nathaniel al pasar junto a él. - ¿Por qué no tenemos una cita? - sugirió la rubia. - ¿Sabías que esta ciudad es considerada una de las más románticas....

Adrien habría prestado atención a lo que Ella había dicho, si no hubiera estado tan concentrado en la escena frente a él, en la que los franco-chinos estaban apoyando al niño que Chloe había empujado. El muchacho frunció el ceño cuando su contradictoria compañera tocó al pelirrojo.

- Ahora no es un buen momento Chloe. - Gruñó, soltando el agarre de la chica y acercándose a Marinette. - No hemos terminado nuestra investigación.

- Yo terminé el mío. Y mi conclusión es que eres un idiota.

- Eso tu ya lo sabías. Pero soy un idiota que descubrió el Palacio de Diane de. Así que...- La agarró de la muñeca y empezó a alejarla del grupo. Ignorando las protestas de sorpresa e indignación de la chica.

- ¿Qué crees que estás haciendo?

- indo al Palacio de Diane Poitiers. ¿Tienes un problema de audición de mariquita? - provoco él.

- Tú eres el sordo aquí, gato estúpido. ¡Sueltame! - ella ordeno. Pero ella estaba más avergonzada que enojada. Todas las personas con las que se cruzaban los miraban como si fueran una pareja de tortolitos peleando.

- Te dejaré ir cuando estemos lo suficientemente lejos como para perder a Alya y aquel pelo de tomate. - gruñó.

- ¿Qué? Por qué ?

- Así que no tienes a nadie con quien huir. - Concluyó, satisfecho con su plan.

- no parecías interesado en lo más mínimo en cooperar. ¿Por qué me arrastras a este castillo ahora mismo?

porque cada segundo que miro hacia otro lado hay un hombre clavado a ti

- Porque quiero deshacerme pronto de ser tu par. - Respondió él, deteniéndose de repente y acercándola a ella. - Tú mismo lo dijiste, estamos atrapados el uno con el otro hasta que terminemos este maldito trabajo. Así que cuanto antes nos separemos, antes podremos salir del camino del otro.

|+18| Je déteste t'aimer ! - AdrienetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora