4. Desproporcionados Besos

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Luka estaba agachado junto a Marinette, y fue entonces cuando Adrien notó que tenía un pie enyesado, lo que significaba que incluso se había torcido el pie. Era una razón más, a juicio de lo modelo, para estar en casa descansando en lugar de dejarse consentir por el enérgico Coufainner. El músico tenía un piloto azul escribiendo algo en el yeso, que ya estaba lleno de dibujos y firmas.

- ¿Esto no terminará? - inquirió espontáneamente la chica de cabello azul mientras espiaba el texto que estaba escribiendo el tipo con los tapones en los oídos.

- No te apresures el arte mi musa. - respondió el músico con una simple sonrisa.

- ¿Qué escribes tanto allí?

- Es un fragmento de la canción que te escribí. - declaró firmando con una rúbrica, debajo de donde había escrito el techo de la canción, Marinette se sonrojó al recordar la canción en sí, Luka se la había compuesto en su cumpleaños el año anterior, desde entonces se pagaba escuchándola cada vez que estaba sola. - Listo. - Luka se levantó girando al piloto sobre la punta de sus dedos con destreza.

- Gracias Luka, eres...

- ¿No se supone que los estudiantes universitarios estén ocupados? - murmuró Adrien mientras se acercaba al grupo. El modelo enderezó su postura y metió las manos en el bolsillo del pantalón, exactamente la posición que también hizo Luka.

- Hola Agreste.- saludó el músico.

- Couffainer. ¿Que haces aquí?

- ¿No puedes adivinar? Vine a buscar inspiración en mi musa. - Dijo mirando a Marinette con una sonrisa galante.

- Tu musa es un poco...- Adrien la estiró de pies a cabeza. - Roto. - concluyó con sarcasmo. - ¿No te parece?

- No lo rompí. - lo corrigió Marinette murmurando. - Mi pie solo dislocarse. Sólo tengo que llevar el yeso durante una semana.

- Parece inconveniente. - murmuró el agreste tratando de no mostrarse preocupado.

- Míralo por el lado positivo, dulzura. - Luka se inclinó y para sorpresa de la chica, la tomó en su regazo de repente haciendo que ella se soltara con sorpresa.

- ¡Luka!

- El lado bueno es que ahora tengo una buena excusa para llevarla como una princesa.

-L-Luka...- tartamudeó Marinette y se sonrojó ante la temeraria acción del chico de túnica oscura. Luka siempre fue extrovertida y muy indiferente con el espacio personal, siempre la abrazaba o hacía bromas como sostenerla en público. Pero en ese momento, con el Agreste como testigo mirándolos con el rostro en blanco, fue extremadamente vergonzoso.

- ¿Dulce? - murmuró Adrien mirando con una mezcla de ironía y desprecio a Luka.

- No crees que "dulzura" sea un apodo apropiado para mi Mari.

¿Tu Mari?

- Oh, claro - exclamó Adrien con sarcasmo e ironía. - También lo encuentro empalagoso como un caramelo.

- ¿No te gustan los dulces Agreste? - preguntó Luka en un tono tan manso que era casi irritante.

- Ni un poco. - Adrien declaró alejarse del grupo y volver al lado de su amigo, quien hizo un comentario regañando a su amigo por molestar a la chica a pesar de que estaba herida, por lo que Nino golpeó levemente a su amigo en el hombro cuando se dio cuenta de que todavía estaba mirando el chico, a un par de metros de distancia, y yo no había oído nada de lo que había dicho.

- Oye, ¿puedes oírme?

- No. - Dijo Adrien sin apartar la mirada, mirando a Marinette con Luka. - ¿Qué ve ella en ese idiota? - soltó con desdén.

|+18| Je déteste t'aimer ! - AdrienetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora