|+18| Je déteste t'aimer ! - Adrienette

31. La razon para amarla

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— ¿Crees que las relaciones a distancia pueden funcionar? ¿Aceptarías vivir algo así?

Unas horas antes:

— Levas casi una semana de clases, y cuando te presentas es con esta cara de escenografía. — se burló Nino.

— Me voy a fin de año. — dijo el gallego, ignorando la broma del moreno. Miró a su amigo con una expresión abatida pero firme.

— ¿Has tomado una decisión todavía? — Nino se sentó en las escaleras unos pasos más abajo de donde estaba sentado Adrien con la espalda contra la pared.

— Mi padre quiere que Félix y yo asumamos la dirección de la empresa el próximo año. Quiere anunciarnos como sus perfectos herederos. Si eso sucede, me quedaré atrapado en esto para siempre.

— Ya eres grande. — murmuro rodando los ojos. — Puedes salir de casa y vivir tu propia vida sin ir al otro lado del país.

— Mi padre no me dejaba en paz. Félix y yo queremos iniciar nuestra propia empresa en el extranjero. Uno donde los diseñadores talentosos pueden crear un nuevo concepto en el mundo de la moda.

— Seguirás siendo la cara de una empresa de diseño. — se encogió de hombros y se inclinó hacia un lado. — ¿En qué se diferencia exactamente esto de lo que ya haces por tu padre?

— No seré la cara. Ya no quiero ser modelo, Félix mucho menos.. Solo seremos la mente detrás, sin olofodes...

— Parece que quieres desaparecer.

— Puedes apostar, lo quiero. — respondió con vehemencia. — Y tal vez de esta manera finalmente pueda estudiar lo que quiero y ayudar a personas como mi madre.

— Está tratando de escapar, ¿no sería mejor tratar de resolver las cosas?

— Oh por el amor de Dios, conoces a mi padre. — refunfuñó Adrien, mirando con cierto reproche la sugerencia de Nino. —No hay nada que resolver. Él nunca fue un padre para mí y Félix, solo era el hombre que pagaba nuestra comida y ropa.

— Sabes que te considero un hermano y te apoyaré en lo que decidas. Pero eso no significa que esté de acuerdo. — el varón suspiró con pesar, dándole una sonrisa melancólica a su amigo. — Si realmente te vas, perderé a mi hermano.

— no pretendo desaparecer, - dijo el rubio, apoyando su mano en el hombro de su amigo con una sonrisa amistosa. — igual seguiremos en contacto.

— Y... ¿solo te mantendrás en contacto conmigo? — preguntó Nino, levantando una de sus cejas. Adrien pudo ver instantáneamente a qué se refería el moreno.

— ¿Qué quieres que haga, que convierta esta situación en una comedia romántica y le pida a Marinette que me espere? — el rubio suspiró apoyándose contra la pared de nuevo y suspirando mientras miraba hacia arriba tratando de imaginar el cielo azul mientras miraba el techo. — Ni siquiera sé si volveré.

— Debería decirle eso. Ella se está encariñando contigo y tú con ella.

— Yo no est-

— Te ves como un tonto enamorado cuando estas cerca de ella. — dijo el Dj antes de que Agreste pudiera seguir negándolo.

Adrien solo se rió al verse incapaz de negar la declaración de su amigo.

— Adrien, me alegro de haberte encontrado. — Alya se acercó a los chicos recostándose en el escalón de las escaleras. — ¿Conoces una versión de ti que sea más alta, mayor y con mucho gel para el cabello?