quince.

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«Izuku»

Hay veces en la vida que.., ya no puedes más.

No puedes más con.., todo. Tu cabeza, tu mente, tus emociones, esa.., esa lucha constante dentro de tu cabeza gritándote una cosa, mientras tu corazón grita otra, y tu conciencia lo hace también diez veces peor.

Justo ahora estoy en uno de esos momentos, mi cabeza está cansada, agotada, asfixiada de tanto y tanto pensamiento rodando una y otra vez sin para por un solo segundo.

Bakugo abre la puerta de su dormitorio para mí, dejándome entrar primero y pasando después, jamás sin soltar mi mano, ni aflojar su agarre para absolutamente nada.

Cuando estamos dentro, es él quien camina directo para sentarse en la cama y, de inmediato, toma mi cuerpo de pie frente a él, abrazando mi cintura, pegando su rostro en mi estómago.

Y yo la verdad es que no puedo hacer más que tomar su cabeza, pasar los dedos entre su cabello, sobándole, esperando y deseando que se recupere de todo este enojo que seguro trae en el corazón por haber peleado con alguien de su propia manada.

Es justo este hecho, lo que le da una monedita más a mi cabeza para volver a girar como puta loca, pensando, sobrepasando, llevándome a otro puto viaje fuera del planeta.

Y es que.., este hombre me ha hecho sacarle de todos los sitios posibles en donde yo lo tenía dentro de mi cabeza. Desde que vino sin pensar y cuestionar cuando le llamé para que viniese por mí a mi dormitorio, quedándose a darme mimos, abrazándome, besándome, como si no le importase en lo más mínimo nadie más que yo y lo que yo quisiese.

Luego pelea por un omega que en la vida había visto, encarando personas que al parecer me tiran mierda, exigiendo una disculpa por su comportamiento y sus palabras. E incluso.., ver más allá de mi bienestar, porque dio un paso más al ver por los de mi género, cuidándoles, metiendo las manos por ellos, incluso.., protegiéndoles como si se tratase de mí.

Y ahora.., exigirle a su propia gente.., respeto para mí.

Porque.., por más que lo pensé mucho, y quise darle un solo vistazo de ventaja a Todoroki, y uno de desventaja para Bakugo.., no lo encontré.

Bakugo esta vez no me reclamó como propiedad, ni exigió que se alejara por su simple gusto. Esta vez pude ver cómo él lo único que buscaba era.., un poco de respeto.

Por mí, por nosotros y por nuestra relación.

Todoroki solo quería molestarle, buscar un pretexto para molarlo, jugar con él, incluso faltarle al respeto a su propia cabeza. Lo sé porque tan pronto llegó, preguntó por él hablando cerca de mi oído, porque cuando le dije que estaba por allí con Kirishima sonrío más, porque cuando creyó que estaba viéndonos tomó mi mejilla para saludarme con un beso, y no allí, sino que tomó mi rostro a propósito para besar la comisura de mis labios. Sé que no estaba siendo educado porque él mismo me susurró al oído si quería acompañarle a pasar un rato en su habitación.

Y no está bien. No está putas bien.

-¿Deku?

Me sobresalto un poco, volviendo al mundo real, esa única palabra trayéndome de regreso en un solo parpadeo.

-¿Mhjm?

-¿Puedes.., dejarme olerte? Solo un poco, para.., calmarme, es todo.

Sonrío, tan, tan encantado por este hombre que no se avergüenza de pedir el aroma de un omega, ni admitir que sin él no hay calma en su ridículo corazoncito.

Sin decir nada, detengo ese retén, dejando mi aroma salir naturalmente, y dando extra un par de feromonas calmantes, sintiendo cómo de inmediato tienen efecto: sus manos se aprieta a mi alrededor, su cara se hunde todavía más en mi estómago, sus ojos se cierran, todo él se aferra en completo a mí.

Women's World. |BKDK OMEGAVERSE| [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora