Angel inmortal

Confesiones

Por la mañana Meng Shi esperaba ver a su pequeño en el desayuno, sin embargo no bajó.

Lan XiChen había vuelto en la madrugada, WangJi llevó a A-Yao a dormir y cuando volvió su hermano ya estaba ahí, Jin GuangYao no dijo nada sobre XiChen y él no había subido en toda la noche, se puso a leer libros antiguos y nuevos estudios.

Ni WangJi ni WuXian dijeron nada al respecto, sabían que esto era muy difícil para él.

En la habitación Meng Yao seguía acostado, había comenzado a alimentar la barrera que protegía al bebé, Jin GuangYao le había explicado como hacerlo, ambos querían que ese pequeño naciera.

- Voy a quedarme, si encuentran una solución o no, igual no permitiré que vuelvas -
La voz dentro de él respondió.
- Está bien -
Meng Yao tragó el nudo en su garganta, por el bien de ambos, no se iba a levantar.

Meng Shi terminó su desayuno y se puso de pie para preparar una bandeja con algunas cosas, Lan XiChen no dijo nada, fijo su mirada en su propio plato de comida, WuXian se levantó y volvió a la mesa sin decir nada.

Meng Shi sirvió jugó y un estaba por servir café pero fue detenida por WangJi.
- No es recomendable que consuma cafeinas en este momento -
Meng Shi lo miró asustada.
- ¿Por qué? -

Lan WangJi miró a su hermano de reojo.
- Anoche casi sufre un aborto, ahora descansa pero debemos cuidar sus nervios -
Meng Shi volteó a ver con la pregunta en los labios a Lan XiChen.

Después frunció el ceño indignada y terminó de colocar comida para subir a ver a su hijo.
Cuando desapareció por las escaleras Lan XiChen se volvió a WangJi.

- No preguntaste -
Lan XiChen bajó la mirada y se sostuvo de la mesa.
- Dime todo lo que sucedió cuando me fuí por favor -
WangJi suspiró y se sirvió café para empezar su narración.

Meng Shi llamó a la puerta pero no recibió ninguna respuesta así que entró, dejó la bandeja sobre la mesita y fue a sentarse a la orilla de la cama para ver a su hijo, cuando llegó a su lado lo vió, estaba despierto pero tan ido.

Se acercó y le acunó la mejilla.
- Mi amor -
Meng Yao volteó un poco para verla y volvió su vista a la nada.
Meng Shi suspiró profundamente y se puso de pie para acercar la bandeja.

- Tienes que desayunar, me dijeron que ayer... mi nieto... necesitas nutrirte, estaré vigilandote todo el día, le mandaré un mensaje a A-Yang para que me traiga las vitaminas, las vas a necesitar mucho, recuerdo que cuando tú ibas a nacer las tomé y... eres un niño fuerte -

Meng Yao no respondió nada, Meng Shi tomó el vaso de jugo y lo ayudó a levantarse un poco para después darle directamente el jugo, Meng Yao no puso resistencia a sus acciones así que Meng Shi pensó que al menos no habría una guerra con este tema, era bueno.

Después de beber medio vaso de jugo le dió un poco de comida y Meng Yao continuó comiendo sin embargo las náuseas se hicieron presentes y Meng Shi corrió por el cesto de basura, ya después lo limpiará.

Meng Yao se quedó acostado después del vómito matutino, Meng Shi lo recostó en su regazo y comenzó a cantar una canción de cuna.

Después de un rato la puerta fue abierta y Lan XiChen entró para quedarse de pie viendo la escena, era tan íntima, pensó, ¿su A-Yao habría tenido alguna vez algo así?.

Meng Shi levantó la vista y frunció el ceño.
- Señor Lan -
Lan XiChen asintió.
- Madam Meng, quisiera hablar con A-Yao a solas -
Meng Shi se puso de pie.

- Eres un hombre extraño, desde el primer día que te ví cerca de mi hijo me parecías tan raro, no sé prácticamente nada de tí y sin embargo te he permitido estar a su lado, solo quiero decirte esto, más te vale que no vuelvas a lastimar a mi hijo o me lo llevaré lejos de tí, lejos de todo el mundo, él es mi tesoro, mi motivo más grande para seguir y no voy a permitir que alguien como usted le haga daño -