Angel inmortal

Consejos

Por la madrugada, Meng Yao llegó al barrio donde había pasado su adolescencia, la oscuridad de la noche aún se cernía sobre las calles vacías.

Alguien salió detrás de él y lo sometió contra la pared poniendo una pistola en su cabeza, Meng Yao sonrió y con un movimiento rápido se liberó del agarre tirando al tipo al suelo, el arma terminó en sus manos y apuntando a la frente del sujeto.

Sonrió con malicia.
- ¿Cómo te atreves? -
El hombre alzó la mirada reconociendolo.
- Perdóname, perdón, en verdad no sabía que eras tú -
Meng Yao suspiró y le entregó el arma.
- Idiota -

Se puso de pie y el tipo también lo hizo.
- Perdóname A-Yao, es que es de madrugada, no deberías caminar por aquí de madrugada -
Meng Yao estiró la mano haciendo un ademán restandole importancia.
- ¿Tienes hierba, A-She? -

Su She se sacudió y asintió.
- Llévame a tu departamento, solo tengo ganas de fumar un rato -
Su She asintió y ambos comenzaron a caminar.
Una vez dentro Meng Yao tomó su teléfono y puso música.

Su She sacó un frasco con cogollos esponjosos y lo miró raro.
- ¿Qué es eso? -
Meng Yao comenzó a reír.
- Es Edith Piaf, música de verdad -
Su She prestó atención y sonrió.
- No entiendo un carajo -

Meng Yao lo miró también con una sonrisa en sus labios.
- j'ai appris le français -
Su She negó y se centró en moler la hierba, Meng Yao comenzó a reír y se acercó para verlo hacer dos porros.
- Te dije, yo aprendí francés, me gustan las lenguas -

De manera desvergonzada se lamió los labios y le pestañeó coquetamente, Su She se detuvo un segundo prestando atención.
- Joder, hablame en todos los idiomas, te ves tan jodidamente sexy haciéndolo -
Meng Yao tomó una servilleta de tela que estaba en la mesita y se la arrojó.

- A-She, ¿y si mi esposo nos descubre? -
Fingió preocupación, Su She se acercó y le tomó la barbilla.
- Tranquilo amor, te llevaré a Italia, nos esconderemos en el Vaticano y follaremos en la biblioteca sagrada, cuando él nos encuentre, huiremos a París, la torre ifel será testigo de nuestro amor -

Meng  bajó la mirada con una gran sonrisa dibujada en su rostro.
- Tonto -
Su She volvió a su labor y finalmente le pasó un porro a A-Yao.

- Pon otra cosa, esa música es muy triste -
Meng Yao frunció los labios y tomó el teléfono poniendo cualquier otra canción.
Ambos se tiraron sobre la cama mientras fumaban.

- ¿Por qué escapaste de casa?, ¿pelearon? -
Meng Yao soltó el humo y se quedó viendo el techo.
- algo así -
Su She se apoyó en su codo y lo miró expectante.
- No quiero parecer intenso, pero sabes que cuentas conmigo para lo que sea -

Meng Yao lo miró, recordando todo lo que en aquella vida Su She había hecho sin reparar incluso en su propia seguridad o reputación, todo por complacerlo.

- Te voy a contar un secreto, solo las personas más cercanas a mi lo saben -
Su She puso atención.
- ¿Te acuerdas cuando me conociste? -
Su She bajó la vista un poco sonrojado.

- Lo recuerdo, perdóname no era mi intención ponerte incómodo -
Meng Yao sonrió.
- No era del todo mentira, eso, mi, mi cuerpo estaba desarrollándose en aquel entonces, yo parecía más una niña que un niño, incluso después de eso decidí cortarme el cabello que ya estaba abajo de mis nalgas de largo -

Su She tragó duro.
- Yo había sido operado porque mis pechos estaban creciendo y cada vez era más insoportable verme al espejo, comencé incluso un tratamiento clandestino de hormonas para volverme el hombre que soy ahora -

Su She parecía confundido, Meng Yao le dió otra calada al porro y lo miró a los ojos.
- Yo nací con cuerpo de niña, soy un niño pero mi cuerpo ahí abajo no es como el de los otros hombres -
Su She abrió los ojos y la boca en una enorme o, después frunció el ceño y volvió a entrecerrar los ojos, estaba realmente confundido.