Capítulo 31/11

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Nota: Entonces... ¿Aplaudimos a Bea y golpeamos a Zach?

(perdón por los guiones)


Bea.

No he dormido en toda la noche, y si bien han sido varias razones diferentes las causantes de ello, una de ella, la más importante se refiere a mi relación con Zach.

Debo cortar con él y si todavía pienso que hacerlo a través de un llamado no es la mejor manera... tendré que hacerlo así. Sé que si le veo la cara no lo haré, ya que a la primera mueca que haga me arrepentiré, en cuanto él, no me lo permitiría, simplemente se dedicaría a endulzarme el oído, lo cual será claramente más difícil si no nos podemos ver.

Quizá no sea tan mala idea después de todo, aunque aún sigo pensando: ¿Estoy haciendo las cosas bien esta vez?

Aprovecho el momento en el que me encuentro sola en el apartamento, esperando el regreso de Callum con comida. Estoy sentada en una de las banquetas de la mesada con el móvil entre las manos que me sudan por los nervios.

Nunca creí que cortar con alguien sería tan difícil, para ser sincera siempre pensé que a mí sería a quien terminarían, específicamente Zach.

Busco su contacto y marco su número ignorando todos los mensajes que me ha mandado y que no he contestado durante estos días, así como las llamadas perdidas. Tengo que esperar pocos tonos hasta que responde, por lo que asumo que tenía el móvil a mano de antes.

-Mira quién decide aparecer- son las primeras palabras que escucho del otro lado- ni siquiera te debería de haber atendido, ¿Se supone que así tratas a tu novio? No me quiero imaginar cómo tratas a tus amigos entonces, no me extraña que siempre estés sola.

Comentarios como esos me enfadan mucho más de lo que hago notar, sin embargo soy conciente de que no debo comenzar algún tipo de discusión en este momento, en lo que me tengo que concentrar es en otra cosa.

Aprovecho lo que acaba de decir para aferrarme al mismo comentario y utilizarlo a mi favor.

-Bueno, parece que ya no tendrás que preocuparte por ello.

Zach no responde y se hace un segundo de silencio entre ambos hasta que decide volver a hablar, aún sin verlo sé perfectamente que está frunciendo su ceño.

-¿De que estás hablando, Beatriz?

No sé de dónde saco el valor para decir esas cinco palabras de corrido, sin embargo lo agradezco ya que mi voz en el momento justo proyecta la confianza necesaria como para sonar firme.

-Ya no seré tu novia.

-¿De que mierda estás...?- quiere volver a repetir, sin embargo este se detiene a si mismo cuando une los cabos - No estás con tu amiga esa, ¡Estás con ese chico!

-Técnicamente en este momento me encuentro sola.

-¡No me trates de estúpido, Beatriz, la única persona que aquí no se encuentra en sus mejores capacidades eres tú! Tú no me puedes dejar.

-¿Cómo que no?- frunzo mi ceño.

-¡Porque tenemos un futuro planeado juntos!

-No. Tú tienes un futuro planeado, yo hace tiempo que ya lo dejé atrás.

Lo escucho suspirar detrás de la línea y un momento después vuelve a hablar más calmado, con un carácter completamente diferente, como si estuviese tratando de comprenderme.

-¿Y qué harás? ¿Te quedarás allí?

-Si.

-¿Te das cuenta de lo estúpido de suena?

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