Desahogo.
La mañana es fría, pero de una buena manera. Falta poco tiempo para navidad y sospecho que en los próximos días comenzará a nevar. El clima está perfecto para ello y eso me emociona bastante, amo esta época.
—Te das cuenta que a este apartamento le falta un árbol ¿No?— le digo a Sam.
Nos encontramos en el sofá, el sentado en una de las puntas y yo con mis pies arriba de su regazo mientras tomamos un chocolate caliente.
—¿Un árbol?
—Si, los de navidad.
—Ah— se encoge de hombros.
—¿Ah?— me indigno— No te lo había dicho nada hasta ahora porque pensé que lo pondrías en estos días pero estamos cerca de navidad y aún no te he visto ninguna intención de hacerlo.
—Y no las tengo, no hay árbol.
—¿No hay árbol?— frunzo mi ceño.
— No, Bea. No hay.
—¿Y... tus navidades suelen ser tan deprimentes desde hace dos años?
— No son deprimentes— ahora el frunce el ceño, sin embargo no tengo tiempo de responder nada porque un ruido muy sonoro se escucha viniendo de su cuarto— ¿Y ahora qué...?
Se levanta suspirando y se dirige a su cuarto, cerrando la puerta detrás de él, Cassie ha estado realmente muy estresada durante estos días, aún más de lo normal.
Me quedo sola unos aproximadamente cinco minutos hasta que vuelvo a escuchar una puerta abrirse, pensando que es Sam que vuelve a mí me giro, pero no, es Callum y se encuentra muy sonriente y con su móvil en mano.
—Hola divertosito— me le burlo sonriente.
Él claro, no entiende a lo que me refiero y solamente se queda parado en plena sala con el ceño fruncido tratando de comprender.
—¿Los ositos cariñositos...?— le digo, él niega— ¿El amarillo....?— vuelve a negar— El del sol en la panza.
—¿Es algún tipo de metáfora extraña?— ahora parece aún más confundido y yo termino por rendirme y girar los ojos.
¿Es que no tuvo infancia?
Él continúa caminando y al final se sienta a mi lado antes de hablar muy felizmente.
—¡Tengo algo!
—Sé más específico, por favor— le digo al tiempo que dejo mi taza sobre la pequeña mesita incorporandome.
Una vez lo hago me acerco más a él y apoyo mi cabeza sobre su hombro.
—Tengo las fotografías del otro día editadas.
—¿En serio?— levanto mi cabeza a verlo sonriente, él asiente— ¿Y cuando puedo verlas?
—Ahora, las pase a mi móvil— lo levanta y lo mueve levemente en su mano señalandomelo— ¿Quieres?
—¡¡Sii!!— la emoción es clara en mi tono de voz, la verdad es que estoy muy emocionada, tanto por ver cómo salí y por ver la magia que él hace en cada foto.
Callum desbloquea su móvil, entra a su galería y presiona un álbum específico donde se encuentran las copias de las fotografías que se encuentran en los folios.
Me pasa el celular y yo lo tomo en mis manos observando cada una de ellas mientras él me observa expectante a recibir una reacción.
Y la verdad es que no la tengo, no tengo alguna porque me quedo sorprendida al primer vistazo.
ESTÁS LEYENDO
El Destino De Lo Imposible ✓
RomanceBea visita una ciudad completamente desconocida para ella cuando es invitada a pasar un mes junto a su mejor amigo en su apartamento. ¿Pero qué pasaría si el mismo no estuviese en casa? Bea tendrá que convivir con su compañero de piso. Callum, un c...