Capítulo 6

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¿Apostamos?

Callum lleva desde las nueve de la mañana dando su exámen, y se ha levantado aún más temprano para poder repasar sus apuntes con atención.

Por eso es que estoy despierta, sí, no porque me haya pedido hacerle compañía ni nada parecido, claro que no, sino que se despertó algo... ¿Molesto...?

Con  los nervios comenzó a leer todo en voz alta, y por consiguiente al no ser muy gruesa la pared que compartimos entre nuestras habitaciones terminó despertándome.

Como alma generosa que soy terminé yendo a su habitación.

Aún sabiendo que lo de la excusa de la compañía era falsa ya que me importó muy poco la verdad, porque yo por alguna razón quiero estar con él, disfruto mi tiempo con él.

Y ahora aquí estoy, en la cocina cocinando.

Porque sino en que otro lado cocinarías, ¿No? ¿En el baño?

Busco en Internet los ingredientes que un pastel debería tener y me aseguro de tenerlos en el apartamento, una vez confirmo que tengo todos o bueno, casi todos excepto algunos que no harán ninguna diferencia los voy acomodando frente a mí.

Decido que la cantidad de ingredientes que debería usar en un solo pastel los separaré para así poder hacer dos pequeños, me parece algo más productivo además de que ayuda a la idea que traigo en mi cabeza.

Comienzo a juntar los ingredientes como dice la receta, poniendo los huevos, la leche, y más hasta mezclarlos y que se vuelva algo conciso, una vez lo logro comienzo con la segunda etapa hasta lograr cada paso y tiempo después tener dos pasteles del tamaño de mi mano en dos platos blancos diferentes.

No son muy grandes pero tienen una pinta muy buena y creo que por ello lo valen.

Escucho la puerta del apartamento abrirse y me giro cubriendo con mi espalda lo que acabo de cocinar cuando veo a Callum entrar sonriente con una hoja en alto mientras se acerca hacia mí.

—¿Y?— le pregunto cuando queda parado frente a mí aún sabiendo exactamente que está aprobado por la cara de felicidad que lleva en el rostro.

—¡Puntaje más alto!

Abro mis ojo ante la noticia, ahora si sorprendida. No es que no haya pensado que él podría pero ¡Wow!

La emoción me controla en el momento y termino de un momento a otro abrazándolo por su cintura, lo que lo toma por sorpresa durante unos instantes.

Nos quedamos así un momento, sin embargo cuando me doy cuenta de lo que acabo de hacer algo nerviosa me alejo de él pasando mis manos por la parte delantera de mi pantalón mientras bajo la mirada.

—Que lástima — dice y yo vuelvo a levantar mi mirada hacia él con el ceño fruncido sin comprender.

—¿Qué cosa?

—No me hubiese disgustado tenerte así un rato más.

—Ah— no puedo evitar la sonrisa que aparece en mi rostro ante sus palabras y que yo trato de esconder— Ehm... te hice algo.

—¿Si?

—Sí.

—¿Tiene algo que ver con el aroma a comida que siento? Porque si es así...

— Sí, si tiene que ver con eso— le digo riendo— pero date la vuelta, o cierra los ojos.

—¿Por qué?

—Porque me arruinas la sorpresa, tonto.

Él gira los ojos y suspira antes de darse la vuelta y cerrar los ojos.

El Destino De Lo Imposible ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora