El Destino De Lo Imposible ✓

Capítulo 11

Inseguridades.

Me despierto buscando el cuerpo de Callum a mi lado, pero no está.

Aprovecho la cama sola para tomarme un momento en el que puedo estirarme como quiero y una vez lo hago me levanto y me dirijo directamente hacia la cocina, donde me encuentro a los tres seres con los que convivo muy serenos desayunando.

Que extraño, ¿Se habrá hecho alguna brujería aquí mientras dormía?

Callum es el primero que me ve llegar y cuando me siento en la banqueta que queda entre medio de él y Sam que está en la esquina me guiña un ojo.

Cassie sentada en la banqueta frente a nosotros nota el gesto y se pone más sería que de costumbre, sin embargo eso no le quita la emoción al continuar hablando con Callum.

— Si, si— él le da la razón despreocupadamente a lo que ella le cuenta.

La verdad es que no entiendo que dice, es como si hablara acelerada o a mil por hora.

Como los audios de WhatsApp.

—¿Cómo dormiste?— me pregunta Sam a mi lado izquierdo por lo bajo mientras me entrega una taza y la llena de café.

— Muy a gusto.

—Se te ve en el rostro— las comisuras de sus labios se elevan y le devuelvo el gesto.

—¿Y tú?

— Yo...— no puede terminar de hablar porque Callum lo interrumpe sin darse cuenta.

—Quiero hablar contigo de algo.

—¿Otra cosa?— elevo mis cejas algo asustada.

— No es nada malo— me sonríe y eso me tranquiliza— te quiero pedir algo, ¿Podemos hablar en privado?

—¡Secreto en reunión es de mala educación!

Ambos nos giramos hacia Cassie que se encuentra sonriente esperando nuestra reacción, especialmente la mía.

Pero esta vez no le daré esa satisfacción.

—Es cierto, ¿Por qué no me lo dices aquí?

Callum al principio no comprende, pero yo elevo una de mis cejas.

—Ah, si— lo capta y suelta— quiero que seas mi modelo.

La boca de un momento a otro se me abre en forma de "o" y es mi mejor amigo quien utiliza su mano izquierda libre para cerrarmela desde el mentón, a lo que la sonrisa de Callum se hace más grande.

—¿Qué?— reacciono.

— Si, eso. ¿Qué?— Cassie reacciona con el ceño fruncido.

—¿Recuerdas los folios de fotografía?— él me pregunta.

Yo asiento, Cassie pregunta algo pero realmente nadie le presta suficiente atención.

— Bueno, para terminarlo necesito fotos de alguien, y quiero que seas tú, quiero que seas mi modelo.

El corazón se me acelera de felicidad ante su propuesta.

—¿Yo?

— Sí.

—¿Seguro?

— Sí.

Me quedo callada y todos hacemos silencio mientras me lo pienso un momento, él parece ponerse inquieto y vuelve a preguntar algo.

—¿Qué pasa?

—Nada, solamente que... es para tu proyecto, quizá podrías conseguir a alguien más fotogénica, más...