Bea.
-¿Usas lentes?- pregunto torpemente al tiempo que cierro la puerta de la habitación de Callum detras de mí.
Eleva las cejas por un rápido momento en asentimiento, efectivamente Callum lleva lentes puestos y le quedan de maravilla. Son unos simples de marco negro.
Cuando me acerco a la cama y tomo lugar a su lado, quedando del lado de la pared continúo con mi segunda pregunta.
-¿Por qué nunca te los había visto antes?
-Porque me las quería dar de bonito- bromea con una sonrisa torcida mientras observa con mucha concentración la pantalla de su computadora.
-¿Y de inteligente no?- encarco una ceja.
Callum quita la mirada de la pantalla, en cambio la clava en mí cuando gira su rostro.
-Porque no necesito uno de estos...- se saca los lentes y me los señala en su mano- ...para demostrar serlo.
Frunzo mi mueca, divertida.
-Mmm... pues yo creo que si. Si te hacen falta.
Una carcajada sale de mi interior cuando repentinamente Callum deja el portátil a un lado y con diversión me empuja de manera que queda arriba mío. En este momento tengo las manos trabadas a los costados de mi cuerpo con las suyas y su pierna se ha movido tal que ha separado las mías.
-Suelta, tonto- me río mientras intento zafarlas.
-Y tienes la cara de repetirlo, ¿Eh?
Tomo más consciencia de nuestra posición cuando una de sus manos comienza a acariciar mi muñeca con suavidad. Probablemente en este punto ya puede sentir mi pulso hacerse más rapido y fuerte.
No me doy cuenta de que me he quedado callada durante unos segundos hasta que Callum tiene una clara curiosidad en su rostro e intenta hablar, lo que es un acto fallido cuando acerco mis labios a los suyos. No sé que es lo que planeaba decirme, sin embargo sé que me responde el beso de inmediato.
Me he dado cuenta de que durante todo ese tiempo lejos de él me había encontrado extrañando sus toques, sus caricias y sus besos más que cualquier cosa, y que no me había dado cuenta de lo mismo hasta que volví a sentirlo.
No tengo más intenciones de zafarme, nuestro juego inocente ahora ha pasado a otra cosa diferente desde el momento en el que nuestro beso se ha intensificado y él ha movido estratégicamente su rodilla sacándome un jadeo por lo bajo.
Una de sus manos se aleja de mi muñeca y pasa su camino hasta la parte baja de mi torso, queriendo meterse dentro de mi remera holgada y naranja. Cuando permito que lo haga es que sus labios dejan los míos mientras se permite besar mi cuello al tiempo que acaricia la piel de mi cintura.
La respiración se me acelera y se me hace más pesada, yo utilizo mi mano libre para acariciar su cabello, lo que parece encantarle.
Muevo mi cabeza para poder darle un mejor ángulo, y es al hacerlo que los lentes vuelven a meterse en mi campo de vision desconcentrandome, como comunmente suele pasar.
Me río y Callum levanta su cabeza para ahora ver a una yo sonriente que estira su brazo para alcanzar los lentes. Él pareciendo ya bastante acostumbrado a esto simplemente gira los ojos con diversión y se posiciona de lado, apoyándose sobre su lateral y codo mientras aún mantiene una de sus manos en mi cintura por dentro de mi remera.
Aún pendiente a los lentes que tengo ahora entre mis manos no puedo pasar por desapercibido el toque de los dedos de Callum en mi piel, hace unos minutos parecía estar congelada, más ahora parece que su toque me quema de una buena manera.
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El Destino De Lo Imposible ✓
RomanceBea visita una ciudad completamente desconocida para ella cuando es invitada a pasar un mes junto a su mejor amigo en su apartamento. ¿Pero qué pasaría si el mismo no estuviese en casa? Bea tendrá que convivir con su compañero de piso. Callum, un c...