Después de esa para nada agradable visita y esa invitación al café de siempre. Mis tardes se habían limitado a enviar mi curriculum a diferentes empresas con la esperanza de encontrar algo y a pasar el rato con los Leclerc. Como era costumbre veríamos alguna película o iríamos a dar un paseo, todo dependía del clima.
— ¿Y cuál es tu plan?.-preguntó con una mirada atenta.
— Realmente no lo sé, toda la vida tuve un plan respecto a mi futuro pero ahora no sé.-suspire abrumada.
— Es normal, aún eres joven.
— Tengo 21, no soy tan joven y se supone que a esta edad ya tendría que tener un empleo, un departamento y la vida resuelta.-espete con la vista hacía un punto fijo.
— Devora, hablas como sí hubieses fracasado, digo recién te gradúas.
Es normal no saber que hacer.-alentó mientras me ofrecía un poco de chocolate caliente.— Pues tal vez fracase.
— No digas eso, aún te falta mucho por vivir.-aconsejó mientras tomaba asiento a mi costado.
— Pero que se supone que voy a hacer, mis padres confían demasiado en mí y al menos esperaban que a la semana les llamara para decir ¡Conseguí empleo!.-agregué cabizbaja.
— Tranquila, ya encontraremos alguna solución, por ahora disfruta del chocolate y en aproximadamente quince minutos, de unas deliciosa galletas de mantequilla.-mencionó mientras limpiaba sus manos en un tierno delatar de Micky Mouse.
Sonríe ante su respuesta, de alguna manera siempre buscaba la forma de verle el lado positivo a las cosas y eso lograban causar demasiadas cosas en mí.
— Gracias, Leclerc.
— De nada Lambert.—pronunció a la perfección mi apellido.
Permanecimos en un cómodo silencio, ya era costumbre tener ese tipo de silencios en los que sólo reinaba el latir de nuestros corazones y las respiraciones pesadas.
Mi pulso comenzaba a acelerarse cada que me encontraba en este tipo de situaciones con él, porque sólo en esos momentos podía apreciar más de cerca sus abundantes pestañas obscuras caer sobre aquellos ojos que últimamente me hacían delirar y que decir de esos labios delgados y rosados.
— Por cierto, ¿te gustan los niños?.-soltó sin previo aviso.
— ¿Qué?.
— Es decir que si eres buena niñera.-agregó para brindarme un poco más de información respeto a su pregunta.
— Pues yo...si creo bueno fui niñera durante algunos veranos antes de iniciar la universidad.
— Bien lo podemos tomar como experiencia.-sonrió para levantarse e ir a revisar las galletas.
—¿Experiencia?.-dije incrédula.
— Si, para tu nuevo empleo, necesitarás experiencia.
— ¿Qué planeas Leclerc?-interrogue nuevamente, para seguir su acción.
— No planeo nada.
— Vamos, conozco esa mirada.-dije para notar un brillo singular.
— Bien no te puedo mentir. Te conseguiré trabajo con un buen amigo, él tiene tres pequeños que seguro podrás cuidar.
— ¿Amigo?, ¿Quién es?-formule rápidamente.
— Tranquila Lottie, sólo debes saber que es un buen chico y seguro te contratará.
— ¿Lottie?.-repetí con duda, pues de toda la oración eso era lo único que había resaltado para mí.
— Perdón me equivoque...¿sabes? mi primer amor se llamaba Charlotte y le decía Lottie de cariño. La cuestión es que tú me recuerdas a ella y no puedo evitar decirte así.-confesó.
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𝑫𝑬𝑳𝑰𝑪𝑨𝑻𝑬
Fanfiction▂✫⌒*・゚𝑫𝑬𝑳𝑰𝑪𝑨𝑻𝑬 ▂✫⌒*・゚ "Muéstrɑme los lugɑres donde los demɑ́s te dieron cicɑtrices". |Tɑylor Swift. Esa simple frase había sido el comienzo, de una serie de eventos que implicaban un corazón roto, una mirada de ensueño y unos labios que t...