Fracaso, tras fracaso.
Resultados no tan favorables y no tener a la única persona que sabía como sacarme una sonrisa, era un sentimiento que me hacía pensar en lo miserable que era mi vida, en el peor de los casos estaba decayendo y Devora no era la culpable del todo. Tal vez lo era yo, al creer que estaría para mí siempre. Dependecia lo nombró de esta manera mi piscóloga, tras la última sesión.
La dependencia te obligaba a aferarte a algo hasta dañarlo, de un tiempo para acá yo la había desarrollado por ella. La costumbre y las discusiones inconclusas me orillaron a eso, depender de ella, de lo que pensará y de aquel "Siempre estaré para ti".
Y es que al final del día, sin importar mis errores, mis resultados en cada carrera y aquellas veces en las que sentía que ya no podía más, sabía que tenía los brazos de aquella castaña para perderme en ellos.Ella lo mejoraba todo, aún cuando no tenía solución.
— Vamos Charles debes comer algo.—inistía mi madre.
— Estoy bien, he desayunado con Pierre.—mentí, como lo había hecho el resto de la semana.
— No le mientas a tu madre, hable con Pierre y no mencionó nada al respecto.
— Seguro lo ha olvidado, sabes que ahora está algo ocupado con su incorporación a Alpine.
—No está bien que te hagas esto, dejar de comer te puede traer muchos problemas.
— No creo que sean más graves de los que ya tengo.—respondí abrumado.
— Charles...—arratró mi nombre con dificultad.— Está mañana han hablado para saber de ti, les preocupa tu estado de salud.
— ¿Quién?.—cuestione sin poder creerlo.
— Carlos y Devora.—soltó con temor a mi reacción.
— ¿Ella está bien?.
— Parece que sí, me ha dicho que quiere venir y hablar las cosas.—mencionó con la vista perdidad en alguna parte de la habitación.
— Pero han pasado más de tres semanas, creo que ya no hay nada de que hablar.—hice una pausa para decir lo siguiente.— Además pienso regresar con Lottie.
Mi madre me observó por unos minutos tratando de analizar mis palabras, su mirada derramaba compasión por mí, odiaba que me mirará de esa forma, porque me hacía sentir vulnerable, casí igual a como se sentía el Charles de 7 años, después de hacer alguna travesura. Pero más aún odiaba su silencio ante lo dicho.
— Charles el amor no debería doler, y si experimentas más dolor que amor en una relación, ese no es tu lugar.—para este momento hubiera preferido aquel silencio que detestaba.
— Pero ni si quiera se lo que realmente quiero.
— Eres muy joven para saberlo.—respondió.
— A veces sólo quiero ser otra persona, no me malinterpretes amo mi vida pero no la forma en como la llevo. Tal vez yo soy el problema, tal vez si fuese alguien más, las personas no se alejaría de mí.— dije lo último casí en un susurro.
— Aún si fueses otra persona, seguirías siendo él mismo.
— ¿A qué te refieres?.—profundice en el tema.
— A que si no fueses él famoso piloto de carreras y hubieses estudiado arquitectura. Tu esencia seguiría, harías cada cosa con pasión y amarías tanto hasta que el corazón te doliera. Porque simplemente eres tú.
Tal vez tenía razón, si fuese alguien más ,por más aburdo que parezca seguiría siendo él mismo, tomaría desiciones diferentes pero que me llevaría al mismo camino, por destino o casualidad.
Así que no tenía derecho ha arrepentirme, no cuando había logrado tanto.
...
— Deben arreglar las cosas, por eso es que los he reunido aquí.—confesó él menor de los Leclerc, tras entrar al lujoso restaurante.
— No creo que sea lo correcto Arthur, creo que ya he lastimado a tu hermano lo suficiente.—respondí tras intentar salir del lugar.
— Su mesa es por aquí, permitanme ofrecerles una copa de cortesía por su comprosmiso.—interrumpió un joven con uniforme, suponía uno de los encargados del restaurante.
— ¿Compromiso?.—cuestione atónita.
— Sigueme la corriente era la única forma de conseguir que cerrarán el restaurante.—dijo en un tono bajo, él rubio.
— Claro, nuestro compromiso.—le regale una sonrisa forzada al chico.
Rapidamente nos guiaron hasta una mesa que apenas y se podía observar entre la cantidad de Tulipanes blancos que había alrededor del lugar, todo lucía tan perfecto,las velas y el sonido del piano en el fondo, hacía del momento uno especial, tan especial como debía ser el comprometerse con la persona a la que amabas.
— Arthur no intentes enamorarme, porque ahora si que me haces dudar, de si elegí al Leclerc correcto.— dije a tono de broma.
— No tienes nada de que dudar.— me regaló una amplia sonrisa y un beso en la frente antes de retirarse.
No tuve que esperar tanto para rencontrarme con esos ojos de un verde azulado, que desde siempre hacían latir a mi frágil corazón. Charles lucía tan bien, con ese elegante traje negro y su sonrisa perfecta, no sabía si era que destacaba tanto entre la multitud de flores por su belleza o por el Tulipán rojo que sostenía entre su manos.
Y sucedió lo que temía, lo volví a sentir, ese sentimiento de cuando lo vi por primera vez , aún sindo un par de niños yo lo sentía todo por él. Después recorde la vez que derrame café en su traje y tuvo que usar mi cardigan. Un mar de recuerdos vinieron a mí, obligandome a seguir como aquella noche en París y el día que nos quedamos a dormir en nuestro apartamento.
Leclerc lo era todo, era él hombre de mis sueños, que por alguna razón se había materizalizado y había chocado conmigo, una simple fanática de Taylor Swift.
Charles era mi "Wildest Dreams", a veces mi "Love story" y amarlo siempre se sentía como "Red"
Mientras que Timothée, él en realidad era mi "Delicate", siempre lo había sido.
"Ese amor es malo y el amor duele.Pero todavía recuerdo ese día que nos conocimos en diciembre"
|Lana del Rey.
📍Los quiero infinitamente.
Atte:persona escribiendo en cualquier parte del mundo.
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𝑫𝑬𝑳𝑰𝑪𝑨𝑻𝑬
Fanfiction▂✫⌒*・゚𝑫𝑬𝑳𝑰𝑪𝑨𝑻𝑬 ▂✫⌒*・゚ "Muéstrɑme los lugɑres donde los demɑ́s te dieron cicɑtrices". |Tɑylor Swift. Esa simple frase había sido el comienzo, de una serie de eventos que implicaban un corazón roto, una mirada de ensueño y unos labios que t...