Sylvia Plath.

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Fue en una tienda fuera de la ciudad cuando los vio. Seungmin se había decidido, le iba a declarar sus sentimientos a su mayor, le iba a pedir una oportunidad de conquistarlo si es que no sentía lo mismo, y en caso de que sí fuera correspondido... Dios... él no podía pensar en esa posibilidad sin sonrojarse y que su corazón latiera emocionado. Sí él era correspondido, le pediría una cita, varias, para verse y conocerse mejor de manera diferente, para convivir como pareja y así probar cómo se llevaban de esa forma. Él podía imaginar distintos escenarios con Minho, ya no como amigos, sino como... pareja. Citas para comer, tal vez de compras, inscribirse juntos a algún taller ¿le gustará la pintura? ¡Oh!, no quería ir a lo cliché, pero ¿y si cuando llegara su turno de pedir un descanso iban de campamento juntos? Estaba imaginando muchas cosas, y ya empezaba a verse raro tanto tiempo parado fuera de la tienda.

Cuando entró fue directo al estante donde vió los collares para gatos. Eran lindos, con pequeños diseños de huellas de perrito y un broche en forma minina. Eran justo como una combinación de ambos. ¿Muy significativo? Si era así, le encantaba. Su etapa de estar en la novena nube, lo tenía fascinado. Aceptados sus sentimientos, y con una decisión tomada, se sentía más tranquilo; dando por sentado muchas cosas.

En cuanto los vio por la vitrina supo que era un buen regalo para una declaración. Era consciente de lo importantes que son sus pequeños para el papá gato, tal vez, en un tiempo, él sería el otro papá. El tener este pensamiento lo hacía sentirse con la adrenalina por todo el cuerpo, como si se hubiera dejado ir en caída libre. ¿Será que recordó ponerse el paracaídas?

Tan pronto como llegó a su dormitorio, se encargó de guardar celosamente los collares. No quería que se perdieran o les pasara algo.

-¿Qué nos hablaron sobre las sustancias ilícitas Minnie?

El menor pegó un salto de sorpresa al escuchar la voz de su compañero de cuarto, el cuál no había escuchado entrar.

-¿Qué?

-¿Qué se supone que estás escondiendo?, a ver.

-¡No!

La negativa fue tan fuerte que despertó la curiosidad en Hyunjin.

-No... bu-bueno, lo que pasa es que, ah... Mira, quiero contarte algo.-Decidió con las mejillas coloradas.

-¿Ah, sí? ¿Qué es?- Preguntó intrigado mientras tomaba asiento en una de las camas.

-Compré algo...

-Ajá...

-Para Minho.- Dijo apenas con un pequeño aliento.

-¿Para quién?

-¡Para Minho!

-Oh, ¿es para su cumpleaños? ¿Es su cumpleaños y no nos lo dijo? Pero, se supone que ya somos amigos.- Empezó a recriminar.- No es justo.

-No, no es por su cumpleaños, ese es en octubre. -Aclaró.

-¿Entonces?

-Pues... en las declaraciones se dan regalos... ¿no?

-Sí, es lo común, pero no es tan necesario. Tal vez so... ¿declaración? ¿dijiste declaración? ¿romántica? Oh por dios ¡Lo sabía!, sabía que Lee hyung es justo tu tipo. Te reíste de mí cuando te dije que te ibas a enamorar de él, pero ve, ahora estás en camino a tener novio... debimos haber hecho una apuesta, pude haber ganado dinero.- La emoción del rubio era notable, creía haber previsto el destino de sus mayores.

-Bien, ahora estoy aliviado de no estar en bancarrota.

-No por mucho, ya encontraré otra forma de que me mantengas. En fin, ¿cuándo planeas capturar al conejo más felino de la ciudad?

Gone AwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora