Martina.
El verano ya ha hecho acto de presencia. El curso ha acabado y hoy es mi graduación. Adiós a segundo de bachillerato y al instituto. Una nueva etapa universitaria esta a punto de empezar, tengo ganas de empezar la universidad y estudiar lo que verdaderamente me gusta.
El verano es mi estación favorita del año. Tiempo para disfrutar en familia, disfrutar con amigos, pasar tiempo en la playa o la piscina y coger colorcito.
- Martina - me llama mi madre. - ¿Te ayudo a prepararte?
- ¿Puedes ayudarme con el peinado? - pregunto.
- Claro.
Mi madre comienza con una sección de peluquería y maquillaje, es un día especial y debo de ir como dios manda.
Con el contrato Camavinga y yo ya llevamos un mes y medio, sorprendentemente lo llevamos bien, subimos cosas a redes sociales más que nada fotos juntos o si alguno sube alguna foto a su feed nos comentamos mutuamente. Hemos ido a varias galas que lo han invitado y hemos asistido juntos, hemos posado en los photocall los dos. En resumen va bien, aunque a mí todavía me cuesta bastante adaptarme, más que nada porque cuando hay una cámara nos tenemos que besar y no me he acostumbrado todavía.
Nuestras familias se enteraron hace unas dos semanas si mal no recuerdo, y bueno los dos nos tuvimos que sentar a hablar con ellos y se lo explicamos todo. Sus padres me agradecieron lo que estaba haciendo con su hijo. A mis padres al principio le chocó bastante, pero después pues se lo tomaron bien.
Me veo en el espejo y no me reconozco, me gusta muchísimo lo que veo.
Mis compañeros y yo estamos sentados en las butacas esperando que nos vayan nombrando de uno en uno. Empiezan a ir nombrando por orden de lista, y yo me pongo nerviosa.
- Martina Laurent Hidalgo.
Me levanto ante los aplausos de todo el mundo y subo los escalones con mucho cuidado de no caerme. La profesora Emily, es la encargada de ponerme la banda.
- Estás guapísima - halaga, Camavinga cuando me ve.
Yo sonrío abrazándome a él que deja un beso en mi pelo.
Abrazo a mis padres que están llorando de emoción, y no es para menos yo tengo los sentimientos a flor de piel. Cuando han puesto el video trayectoria de todo nuestro paso por el instituto he sentido nostalgia y he soltado alguna que otra lagrimilla.
Mis compañeros y yo nos quedamos cenando y después hay una pequeña fiesta a la que también está invitada todos nuestros familiares.
He estado un rato bailando pero ya mis pies no dan para más, me he hecho varias rozaduras.
- ¿Y Edu? - pregunto a mi padre.
- Está fuera.
Asiento y salgo afuera a buscarlo, lo veo sentado en un banco viendo su móvil.
- ¿Qué haces aquí fuera? - pregunto y él alza la mirada al escucharme.
- Ahí no pintaba nada.
- Claro que pintas Edu, eres mi mejor amigo y al igual que yo he estado en todos los momentos para ti, tú también tienes que estar en los míos.
- Tienes razón pero te veías tan a gusto, que yo no quería ser una molestia.
- Para mí nunca serás una molestia. - indico, él sonríe. - Ves, así me gusta verte más.
- ¿Crees que estamos haciendo todo esto bien? - me pregunta y yo lo miro con el ceño fruncido - Hay veces que siento que te estoy limitando y yo no quiero eso Martina, yo quiero que tú seas feliz no lo que ponga en un papel de mierda.
- Edu, no me estás limitando para nada, si fuera en ese caso sería la primera en decírtelo, cada uno tienes sus cosas. He hecho eso por ti, pero no significa que por eso mi vida quede estancada.
- Pero siento como que te prohíbo conocer a otros chicos.
- Eduardo por dios, que a mí nunca se me ha dado bien ligar con los chicos - hablo y él se rie - Además, tampoco me interesa ahora mismo nadie.
- Bueno pero si en algún momento te gusta alguien dímelo.
- Por supuesto, al igual que si a ti también te gusta alguna chica.
- Vale. ¿Crees que este contrato ayuda más a nuestra amistad?
- Pues no lo sé - resoplo - Un contrato nunca es fácil y mucho menos de amor, y si a eso le sumas que somos mejores amigos.
- Jamás me perdonaría perder nuestra amistad.
- Espero que nunca se pierda, porque hemos pasado por buenos momentos.
- ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos?
Flashback
El fin de curso de mi hermana pequeña.
Una tímida Martina se sienta al lado de sus padres para ver bailar a Ariel.
- Mm perdona - una voz llama mi atención - ¿Está ocupada? - señala la silla.
- No, tranquilo puedes sentarte.
Un chico moreno, más alto que yo y que de primeras parecía simpático.
- ¿Cómo te llamas? - me pregunta con una sonrisa.
- Martina - digo correspondiéndole la sonrisa. - ¿Y tú eres?
- Eduardo. ¿Tienes hermanos?
- Sí, es esa niña de ahí - respondo señalando a Ariel.
- hala, mi hermano es el que está a su lado - dice y los dos reímos. - Bueno ese es mi hermano pequeño.
- ¿Tienes más?
- En total somos seis - dice y yo abro la boca - Yo soy el tercero.
- Entonces no te aburres.
Después de haber visto a nuestros hermanos. En una barra que habían puesto para la fiesta en el colegio pusieron pizzas y ahí que fuimos Edu y yo.
- Dame el último trozo - me pide y yo niego.
- Las damas primeros.
- Eso solo es en las películas.
- No mientas.
Los dos cogemos la porción de pizza y tiramos de un lado él y yo de otro, con la mala suerte que la pizza acaba cayendo al suelo.
Fin del flashback
- Eras muy cabezón - recuerdo riendo.
- Y tu creías que todo estaba sacado de cuento de Disney.
- Era pequeña Edu - comento rodando los ojos - Por ese entonces soñaba con ser princesa.
- No hace falta que lo digas, se notaba.
Ambos reímos a carcajadas.
- Vamos para dentro - me dice - Es un día especial para ti, y no podemos quedarnos aquí toda la noche.
Yo asiento y dejo un beso en su mejilla.
Solo espero que nuestra amistad siempre dure.
Si yo hubiese sabido todo lo que se vendría después de esto.
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La Suerte De Mi Vida || Camavinga
FanfictionEduardo Camavinga y Martina Laurent, amigos de toda la vida y mejores amigos. Ningún secreto, entre ellos, ¿o sí? Ellos son como Zipi y Zape, siempre juntos. Algo los va unir ¿para toda la vida? ¿Para un momento? Decepciones, felicidad, mudanza, en...