(22) Te perdí

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James

Despierto, odio despertar desearía seguir y seguir durmiendo, lamentablemente tengo que despertarme.

Tengo que ir a recoger a mi bella pelirroja de la casa de su madre, quiero ayudarle a subir sus ánimos de seguro esto del juicio la deprimirá.

No entiendo como a una bella mujer como Crista le hagan sufrir, es divertida, esos hermosos ojos cafés que se iluminan cada vez que se ríe. Esa risa que te da ganas de hacer más chistes para verla sonreír. Mi droga favorita es ella.

A lo largo del tiempo tuve muchas novias, creí sentir lo que es estar enamorado. Pero esa fabulosa mujer hizo que sintiera ese verdadero sentimiento, tener que pasar horas y horas pensando en ella, desear estar cerca de sus labios rojos.

"Caí en la maldición de Crista Miller"

Agarro mi celular de la mesita, recibo y no veo ningún mensaje de Crista de seguro sigue durmiendo.

No le tomo mucha importancia.

Me cambio rápidamente. Esa emoción que traigo recorriendo por mis venas deseándole verla y besarla.

Salgo más rápido que flash, ni me fijo en Logan y Emma son muy perezosos.

Estoy en el último piso cuando mi madre me agarra del hombre.

-James a donde vas con tanta prisa -pregunta.

Rasco mi nuca -Voy donde Crista.

Mi madre sonríe, conozco esa sonrisa.

-Estas enamoradas, mi bebe está enamorado -pellizca mi cachete.

Hago una mueca.

-Madre -gruño.

-Bien te dejare.

Le doy un beso es su mejilla y me retiro.

Saco las llaves de mi auto, me coloco mis lentes de sol.

Después de varios minutos estoy enfrente de la casa de Crista.

Tengo una llamada de Emma.

-James, ¿dónde demonios estas -su voz es de recién despierta.

-Estoy en casa de Crista.

-Tenías que ir yo también, debía estar apoyando a mi amiga -esta enfadada.

Diablos me olvide.

No sé que decirle.

-Emma no puedo escucharte -hago sonidos raros- se me va la señal.

Me va asesinar.

Bajo de mi auto me acodo el cabello.

Su jardín está un poco descuidado. Cuando pase todo esto ayudare a Crista a limpiar su jardín.

Toco la puerta esperando que me abran.

La madre de Crista abre la puerta, noto en ella la confusión al verme.

- ¿James?

-Am, si soy yo.

- ¿Qué haces aquí? -cuestiona.

-Vine a ver a su hija -afirmo.

-Cariño -noto su tristeza -no te lo dijo ¿verdad?

-No la entiendo.

-Ella se fue cariño.

Desde ese momento no sentí ni escucho nada.

¿Se fue?

¿Me dejo?

Tenía que ser una broma de mal gusto.

Corro hasta mi auto para llamarla.

Suena y suena, nada eso es lo encuentro de ella nada.

He perdido muchas cosas en está estúpida vida, pero perderla a ella, es lo que menos quiero.

La perdí y eso dolía.



Entre tus hojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora