q u i n c e

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Min Yoongi, pensó Hajoon

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Min Yoongi, pensó Hajoon.

Desconocía ese nombre por completo hasta el comienzo de las evaluaciones trimestrales. Le vio destacar en el primer examen preliminar. Creyó que se trataba de una mala broma cuando su suerte no se volvió a repetir en las siguientes pruebas. Pero, su curiosidad creció cuando le vio ocupar un puesto entre los primeros cinco lugares en las evaluaciones parciales.

Conocía al chico por las bromas que solían decir de él, lo distinguían entre los demás por el cabello teñido platinado que era imposible de ignorar entre cientos de alumnos que usaban su cabello oscuro natural, o incluso lo teñían de negro para lucir menos llamativos.

Hajoon le veía deambular por la cafetería con el cabello alborotado comprando dulces o durmiendo cerca de los árboles durante la hora de educación física. El chico lucía completamente ajeno en su propio mundo, excepto cuando estaba cerca de Park Jimin. Notaba cierta fijación por el joven alfa que parecía tener una relación ambigua con el distraído beta.

Pensó que se trataba de un rumor tonto cuando los chicos omegas de su aula comenzaron a decir que Park Jimin probablemente estaba teniendo una relación con el chico nuevo del curso, avivó su curiosidad, después de todo, el alumnado creía fervientemente que Kim Taehyung y Park Jimin estaban en una relación longeva desde antes de ingresar al instituto.

Sonrió para sí, con la pajilla del jugo entre los labios. Imaginarse a Jimin bajando tanto sus estándares, debería estar delirando. El hijo menor de los Park rayaba en la perfección, buscando siempre la excelencia se mantenía en el cuadro de honor.

Captó en su campo de visión al chico desaliñado, iba bostezando mientras se echaba los cabellos hacia atrás, ignorando a todos a su alrededor, sostenía con su mano libre el morral que colgaba por un costado de su cuerpo. No apartó sus ojos de él, avanzando en su dirección. Pensó de nuevo, en la cara de satisfacción que mostró cuando logró obtener el tercer puesto en química. Eso le hizo enojar.

Tiró el jugo a sus pies justo cuando Yoongi estuvo frente a él. El envase salpicó el borde de los pantalones y sus vans gastadas. Logró hacer que se detuviera, esperó una reacción molesta o que intentará escaparse, le estaba buscando pelea.

Yoongi fijo su atención en el envase de jugo que seguía derramándose en el suelo a sus pies. Se inclinó, recogiendo el recipiente de cartón. Giró su rostro a Hajoon que le miraba con una sonrisa sin ocultar sus intenciones de fastidiarle. Extendió su brazo, sintiendo sus dedos pegajosos por el líquido azucarado. Reconoció al chico, lo había visto saludar a Jimin mientras almorzaban juntos.

―Se te cayó ―avisó ―. Deberías ser menos torpe, vas a estropear el uniforme de alguien.

Hajoon quiso reírse con ganas de la actitud desafiante que le mostró. No conocía su lugar.

―No soy torpe ―aclaró, divertido.

Yoongi frunció ligeramente el ceño, ¿este tipo qué? No le agradó su actitud. Supo de inmediato que, se trataba de un chico busca pleitos, de esos con los que había tenido que lidiar en la secundaria también.

EL ENCANTO DE LA BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora