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Soyeon arqueó una ceja al ver a su amigo poco emocionado por el reel que le mostraba sobre dos ratas peleando por un churro con música de fondo de Linkin Park.
—¿Por qué esa cara larga?
Ambos estaban en la habitación del alfa. Recostados uno al lado del otro sin mucho entusiasmo para hacer algo más que ver vídeos randoms y conversar. Sus madres estaban reunidas en el estudio de Minsuk. Yoongi le había enviado un mensaje para que viniera también.
—Extraño a Jimin.
—Ya veo. Creí que habías dicho que correrían juntos por las tardes.
El alfa suspiró.
—Ese era el plan, pero hoy correrán doce kilómetros y me dijo que sería mejor que asistiera un día que fuera más ligero.
—Apuesto a que volverías a medianoche si salieras a correr esa distancia. Jimin fue sabio.
Yoongi frunció el ceño y la empujó tratando de sacarla fuera de la cama. Soyeon se rió sosteniéndose del borde.
—No tienes nada de tacto —recriminó el chico abandonando la idea de tirarla.
—Aigo, estás realmente triste porque tuviste que separarte de tu precioso novio —intentó acariciarle la mejilla pero Yoongi volvió a empujarla al recordar que a Soyeon le parecía muy bonito Jimin. —¡Basta! Estoy tratando de consolarte un poco.
—Estás reprobada —le dijo y sacó la lengua para hacerle una mueca.
Soyeon no se lo tomó en serio y se volvió a reír al verle actuar infantil. Tenían solo unos meses de conocerse, pero la chica le tenía genuino cariño al holgazán.
El día que Soyeon se cruzó con Yoongi pensó que era el tipo de persona que iría a dónde quisiera cuando lo deseará. Ahora estaba consolando al alfa por acatar la orden de su novio.
—Verte enamorado cada día me sorprende más. Qué ganas. Deberías ayudarme también. He visto por ahí que si usas perfume en tu pie, yo podría conseguir pareja.
—Y, ¿si mejor renuncias a tus enamoramientos espontáneos?
—Imposible es casi como intentar dejar el pan. Mejor forcemos las cosas.
—Tonta —se rió.
—No seas cruel. Ayúdame y tal vez yo también lo haga.
Yoongi arqueó una ceja, curioso.
—Tengo una bicicleta en casa que uso poco. ¿Por qué no la tomas y acompañas a tu amado en sus largos recorridos?
—¿A cambio de perfumarme el pie?
Soyeon asintió.
—No sabes hacer tratos —sonrió estrechando la mano de la chica vigorosamente.
—Y, tal vez el número telefónico de tu amigo Taehyung no estaría de más...
