v e i n t i o c h o

1.1K 182 53
                                    

Los rumores corrían por los pasillos contando diferentes historias sobre la ausencia de Park Jimin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los rumores corrían por los pasillos contando diferentes historias sobre la ausencia de Park Jimin.

Probablemente, el favorito hasta ahora era que Yoongi, realmente era un omega y su celo afectó a Jimin. Los estudiantes no podían disimular sus miradas furtivas.

Otros rumores, contaban verdades a medias que parecían descabelladas. Pero, ¿qué son las verdades incompletas al final? Mentiras.

Taehyung intentó ignorar las miradas de sus compañeros cuando dejó el aula junto a Yoongi. El chico lucía cansado y debajo de sus ojos llevaba ojeras, delatando la mala noche que tuvo. Habían pasado el receso, juntos, pero los ánimos del alfa estaban por los suelos. Apenas y mordió su pan de melón.

—No te ves bien.

La voz de Taehyung logró sacar de su ensimismamiento al joven alfa. Lo miró, fugazmente y volvió a mirar al frente.

—No pude dormir —hizo una pausa y después agregó: —. Dijiste que estaba bien, ¿verdad?

El omega asintió, dando por hecho que, se refería a Jimin.

—Ayer lo vi, se veía bien solo un poco desanimado. Sabes, jamás lo han suspendido, debe ser duro para él.

Yoongi asintió, dando a entender que le escuchaba. Se llevó una mano al pecho, casi por instinto. Recordó el nudo tensarse cada vez más fuerte. Nunca imaginó que podría sentir dolor a través del vínculo que compartían.

—Dile a Jimin que espero verlo pronto.

Taehyung quiso animar al alfa. Solo un día más y Jimin se volvería a presentar al instituto. Probablemente, sería lo más natural que una persona haría en ese momento. Taehyung eligió apoyarlo de una forma distinta. No todos deseamos ser consolados con un pensamiento positivo, a veces, solo basta escuchar y asentir.

—Se lo diré, lo juro... Aunque, será vergonzoso.

Yoongi se giró al omega. Arqueó una ceja, confundido por su respuesta.

— ¿De qué hablas? Creí que te gustaba este tipo de cosas cursis.

— ¡Sí! Me encantan, pero... —las mejillas de Taehyung comenzaron a teñirse de rojo. Yoongi inclinó el rostro tratando de obtener una mejor vista de la cara del omega —. No sé qué haré si Jimin se sonroja...

Yoongi abrió grande sus ojos e inmediatamente se hizo una imagen mental. Fijó la vista en el camino y escondió las manos en los bolsillos de su pantalón. No lo pensó hasta que Taehyung lo mencionó, pero el cosquilleo que sintió en su estómago al considerarlo le agradó.

—En casos como ese, deberías sacarle una foto y mandármela de inmediato —replicó sonriendo como un pequeño minino opacando el cansancio que adornaba sus ojos.

Taehyung arqueó una ceja mientras le sonreía de vuelta. A pesar del cansancio acumulado y los desánimos, Yoongi seguía manteniendo su esencia juguetona.

EL ENCANTO DE LA BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora