Heredera-Draco Malfoy

La isla

Emily Sinclair

Termine mi baile y efectivamente, Draco Malfoy nunca quito su mirada de la mía.

Al salir del escenario me encontré con Cedric, fuimos a la barra donde estaba Theo sirviendo, lo salude y me ofreció un par de tragos.

-Pues una recatada heredera al trono, no eres Emily.- Me dijo Theo en modo burlón.

-Si te encierran por más de 10 años y tus únicas salidas son a escondidas a bares muggles al rededor del mundo, tu tampoco lo serias Theo.- le di una sonrisa picara.

Me tome los shots como si fueran agua, un gran error mío, pues el alcohol se me sube mas rápido que a la mayoría. Mientras estábamos ahí, a Cedric se le acerco una chica para bailar y yo lo anime para que saliera con ella, a Cedric lo veo mas como un buen amigo, aunque se que me coquetea y al parecer le gusto, el no me atrae de esa manera, aun que quisiera, nunca podría llegar a amarlo, así que se fue con la chica, su nombre es Cho, creo.

Yo me acerque a la pista, me dispuse a bailar sola cuando se me acerco Hermione para bailar juntas, nunca tuve problemas con bailar con las chicas, de hecho se mueven mucho mejor que un hombre, comencé a mover mis caderas contra las de ella cuando siento una mirada intensa sobre mi, al buscarla doy con sus ojos grises de nuevo, Malfoy estaba a unos cuantos pasos de mi, bailando con Astoria... si es que a eso se le puede llamar baile, parecía mas que Astoria simplemente le restregaba el cuerpo a Draco. Cedric se me acerco, sin Cho.

-No soy quién para opinar, pero si quieres ponerlo celoso puedo ayudar, ustedes dos tienen un raro juego de poder y no soy ciego, a Malfoy le gustas de cierta manera, si quieres podemos molestarlo un poco, no hay nada que me divierta más.

-Por mas que me tiente tu idea, no quiero herirte Cedric, realmente te considero un buen amigo.

-Tranquila pequeña, será nuestro secreto, sin sentimientos y solo para hacer enfadar a Malfoy, pero si se casan, pido ser el padrino.

-Excelente chiste, pero bien, ¿que tienes en mente?.

Hermione pareció escuchar todo y solo me dio una sonrisa mientras me decía que admiraría todo de lejos. 

Cedric me tomo de la cadera por la parte de atrás y comenzó a moverme contra él, mi espalda contra su pecho, yo puse una mano en su nuca mientras lo miraba y movía mis caderas contra él.

-Definitivamente tendrás que pararlo antes de que me dé una paliza.- me dijo sonriendo.

-¿de que hablas?.

Para cuando dirigí mi mirada hacia el frente ya podía ver a Malfoy dirigiéndose a nosotros, me separe de Cedric para llegar hasta él e impedirle el paso deteniéndolo con mi mano en su pecho.

-¿Que mierdas crees que haces?.- me preguntó Malfoy irritado, podía ver su mandíbula tensarse, me tomo por el cuello, no apretándome, solo posicionando su mano ahí.

Su mano se sentía fría, por un anillo que pude ver en su dedo antes de que colocara su mano en mi cuello, pero no pude evitar sentir también, una especie de electricidad cuando su mano toco mi piel.

Me atraía para ser sincera y las visiones ya se habían presentado, no había cómo escapar, así que no me vendría mal entrar a este juego de poder.

Me acerque hasta su oído para susurrarle de manera seductora.- Lo mismo que Astoria contigo, sintiendo la dura erección de mi pareja mientras muevo mis caderas.- era una mentira, pero el punto era hacerlo enojar y parece que di en el blanco.

Me apretó más contra él para ahora susurrarme en el oído.- Oh cariño, primero déjame mostrarte lo que es una verdadera erección.

En ese momento Draco me volteo para que quedara de espaldas a él, aun tomándome del cuello y empezando a mover sus caderas al compás de la musica, pude sentirlo, toda su erección estaba presionada contra mi trasero. Dos pueden jugar a este juego, así que comencé a bailar con él, tomando su cabello de la nuca con mi mano como había hecho con Cedric, en el momento que mire sus ojos, estando tan cerca, algo se sintió diferente, como si me robaran ¿el aire?, sentí como estaba conteniendo mi respiración, al mirar aquellos ojos que parecían toda una tormenta, algo hizo click en mi, su mirada era suave, a comparación de su expresión con la cual parecía molesto, sentí que quería y necesitaba tener esa mirada al despertar todas las mañanas.