PERSPECTIVA.

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CAPITULO I.______________________________

Bam no podía recordar mucho sobre su vida más allá de dos años atrás, cuando fue apresado por el Cuarto Escuadrón y el Imperio Jahad. Solo podía recordar meros fragmentos de momentos, emociones y personas. Podía recordar la sensación de las frías paredes de una cueva, podía recordar la espalda de una chica con cabello rubio, podía recordar la cinta deslizándose entre sus dedos, la chica desapareciendo fuera de su alcance. Podía recordar el pensamiento pesado, '¿Por qué siempre lo dejaban solo?'

Podía recordar la hermosa sonrisa de un niño, la mitad inferior de esta cara enmarcada con cabello azul plateado que era distintivo de un Khun. Podía recordar el cálido abrazo de este Khun, y dentro de ese recuerdo, Bam recordaba sentirse completo. Ahora le resulta extraño, pero mantuvo el recuerdo en su corazón con una desesperación que casi le parecía natural. Se preguntó si siempre había sido así, tan desesperado por amor y afecto. Se preguntó si por eso lo habían dejado atrás.

Si bien no podía recordar cómo había sido su vida, sabía cómo era su vida ahora. Estaba agradecido con el Cuarto Escuadrón, realmente lo estaba. Fue el comandante de división Cheonhee Ha quien le recordó que se mantuviera concentrado. Fue el comandante de división Khun Hynd Luch quien lo ayudó a divertirse. Fue el comandante de escuadrón Kallavan quien le enseñó a tocar el piano. Pero fueron los brazos del rey Jahad los que lo abrazaron, una mano acariciando su cabello mientras el rey Jahad lo sostenía como si fuera algo para atesorar.

'El tesoro más preciado del rey Jahad', así lo llamó el comandante de escuadrón Kallavan.

Bam no estaba seguro de si le gustaba eso.

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Luch no sabía si le gustaba esta tarea. Tenía las responsabilidades de un comandante de división, y uno de sus compañeros comandantes de división, Cheonhee Ha, no le tenía mucho cariño. Su comandante de escuadrón, Kallavan, no siempre apreció la naturaleza más... casual de Luch, pero nunca trató a Luch con menos respeto. Luch supuso que apreciaba eso, después de años de tener que lidiar con Lyborick y su basura. Desafortunadamente, esta era solo otra tarea de Lyborick, pero habría peores consecuencias si fallaba.

Observa el escuadrón—. le había ordenado Lyborick. —Vigile de cerca al regular llamado Bam, el niño bajo el cuidado y la supervisión de Kallavan. Asegúrese de que ninguno de ellos se encariñe demasiado con el regular. Y más que nada, asegúrese de que el niño se mantenga con vida y con el escuadrón. Él es importante para el rey Jahad, y fallar significa enfrentar el castigo no solo de mí, sino del mismo rey.

Wow, qué pensamiento tan maravilloso fue ese.

Cuando conoció a Bam, fue cuando Kallavan le presentó al niño. Mientras Kallavan explicaba que el regular estaba bajo su cuidado, Luch solo había podido mirar, paralizado, por esos grandes ojos dorados que poseía el chico. Bam parecía triste, casi siempre, a pesar de que hizo todo lo posible para ocultarlo de los demás. Luch podía verlo, sin embargo, podía ver la forma en que los hombros del chico se encorvaban cuando pensaba que nadie más estaba mirando. Podía ver la forma en que el chico se enroscaba en sí mismo a veces, cada vez que la gente mencionaba amigos o personas que solían conocer. Al principio, Luch no había entendido por qué, hasta que...

Bam perdió la memoria hace unos dos años—. le había explicado Cheonhee un día, la mujer ocupada con los informes y las instrucciones que le habían dado. Luch parpadeó sorprendido ante la mujer, ciertamente asombrado de que ella realmente le hubiera dado la respuesta a su pregunta. —No recuerda mucho de su vida antes del Escuadrón, aunque pudimos darle algunos fragmentos que sabíamos o pudimos averiguar. Es un regular, no tiene familia, descubrió el rey Jahad. Lo acogió un día y finalmente lo trajo a nosotros en el Escuadrón para cuidarlo hasta que se convierta en un supremo. Siempre ha tenido curiosidad, pero sabe que no tenemos mucha información sobre si tenía amigos o no, o cómo era su vida antes.

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