🥀07

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La atención de Jimin continuaba en el chico frente suyo, seguía acorralándolo en una esquina de la habitación y el arma aún entre sus cuerpos.

Ni siquiera pudo percatarse que Jungkook los miraba expectante, y es que ninguno de los dos parecía querer desviar la mirada hacia otro lugar que no fueran los ojos del contrario.

— Mimi por favor, suelta el arma...— suplicó el azabache con el alma en un hilo.

Sólo esas palabras bastaron para que el rubio saliera de su trance y volteara a ver a Jungkook, su mirada reflejando un sinfín de emociones que ni el mismo podía comprender.

— Uh... y-yo...perdón — respondió para posteriormente acercarse a pasos lentos hacía su amigo.

Por supuesto que Jimin había pensado demasiadas veces en su reencuentro con Vante, sin embargo, jamás esperó que la seguridad que tanto lo caracterizaba desapareciera y se sintiera tan diminuto en el interior de la gran habitación.

— Sube a la recámara, vuelvo enseguida —  pidió cautelosamente Jungkook, con un nerviosismo notorio en su gruesa voz.

De inmediato Jimin salió de la habitación, quedándose con la duda de si realmente el castaño había estado pensando en el e igualmente rezando para que su amigo lograra salir de ahí con su cuello intacto.

— P-puedo explicarte todo, es mi amigo, no sabe andar por Seúl a estas horas y mucho menos sólo. No podía dejarlo así Tae —  Jungkook se puso aún más nervioso que antes. La situación estaba generándole mucho estrés.

Taehyung soltó un pesado suspiro y alzó su intimidante mirada hacia dónde se encontraba el contrario.

— ¿Cómo se llama? — cuestionó el jefe cruzándose de brazos y provocando que la mirada del azabache se tornara en incredulidad.

— Se llama Jimin. — respondió al mismo tiempo que se acercaba temerosamente hasta donde se encontraba el castaño.

— Bien. — volvió a hablar Taehyung mientras que retornaba su mirada hacía el gran ventanal que se encontraba justo en medio de la habitación.— ve a descansar, mañana tenemos un largo día de entrenamiento.

— ¿No estás enojado?

— Enojado no, tal vez un poco decepcionado sí. — mencionó alzando una de sus cejas.

Por primera vez en minutos Jungkook pudo respirar aliviado.

— ¿Cogiste o qué? — preguntó pareciendo más tranquilo.

— ¿y tú te quieres morir o qué? — gruñó el jefe un poco agotado de la situación. — Por favor, ve a descansar.

— Perdóname, olvide que tu amiguito no ha jugado desde hace meses. — soltó un falso sollozo. — no te preocupes ya vendrán mejores, el chico de la discoteca no es el único pez en el agua.

— Es él.

— Eh?

— El chico de aquella vez... — dijo soltando un fuerte suspiro de por medio — es él... es Jimin.

Jungkook frunció el ceño—. ¿De qué estás hablan-? — rápidamente captó lo que el contrario trataba de decirle y su mirada se oscureció. — Me jodes ... — musitó el azabache.

Finalmente Taehyung salió de la habitación colocando un cigarrillo entre sus labios para luego encenderlo.

No tenía ni la más mínima idea sobre que esperar durante los siguientes días, Tae podría ser la persona más fría, severa, arrogante y orgullosa, sin embargo, sabía reconocer que el rubio le provocaba sentimientos que jamás había experimentado.

PECCATORI || Vmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora