PECCATORI || Vmin

🥀18

Al siguiente día Seokjin se levantó con entusiasmo, para él, conocer los movimientos de tu adversario era más que fundamental para culminar con este, sin embargo sacar información infiltrada acerca del señor Kim era mucho más complicado de lo que creyeron, pero no imposible.

El mayor se encargó de levantar al jefe más temprano de lo usual con la excelente noticia de que el señor Kim visitaría esa misma noche zona roja. Desconocían si era con propósitos de entablar negocios o algo personal pero nada de eso les iba a impedir reencontrarse con él.

Claramente los miembros chillaron emocionados al darles la noticia, a excepción de un Jimin y un Jungkook que disimulaban muy bien su nerviosismo. Durante el transcurso de la mañana idearon un plan para acercarse sigilosa y discretamente hasta el jefe del clan contrario.

— Entonces, ¿Si los demás saldrán, qué haré yo? — cuestionó Jimin exagerando una mueca de tristeza.

— Te quedaras aquí mientras yo ordeno unos papeles de mi oficina — respondió Tae sin alzar su vista del mapa que habían trazado.

— Considero que por ahora es mejor que no me vea cerca — volvió a hablar el jefe ignorando los berrinches del rubio — de esta manera no creerá que andamos tras de el.

Los demás miembros asintieron.

— Repasemos el plan — habló Seokjin — Yo estaré cerca de su mesa por mera "coincidencia" mientras que yoongi ve todo desde la entrada, Hoseok me da órdenes por el audífono y Jungkook nos espera en la camioneta por cualquier cosa.

— Es correcto.

— Pues manos a la obra — concluyó Yoongi.

A media tarde Jimin y Tae se dirigieron hasta la salida para despedir a los miembros quienes se encontraba completamente equipados y listos para partir en la gran camioneta.

— Suerte — susurró Jimin sobre el oído de Jungkook mientras se daban un cálido abrazo.

No había nada en este mundo que el azabache disfrutara más que salir a una misión, lo diferente ahora era que el objetivo es el padre de su amigo y nadie más que el lo sabía.

Al estar arriba de la camioneta se despidieron entusiasmados y cuando la camioneta ya no fue visible para ninguno de los dos, procedieron a meterse de nuevo a la gran mansión.

— Ve a tu habitación — dijo Tae — estaré en mi oficina.

Al rubio no le quedó de otra más que asentir y hacer puchero mientras subía las escaleras.
Taehyung no tenía otra cosa mas interesante que hacer más que ordenar los papeles de su oficina los cuales ya le causaban un estrés punzante. Al clasificarlos pudo identificar el reporte que Seokjin le había proporcionado con la información de Jimin, el castaño lo tomó y comenzó a revisarlo nuevamente.
Se sobresaltó cuando escuchó el sonido de la puerta siendo tocada y posteriormente soltó un pesado suspiro frustrado a la par que colocaba el documento al interior de un cajón.

— ¿Qué pasa Jimin? — Preguntó Tae postrando su mirada sobre la puerta que estaba siendo abierta por el rubio.

— ¿En serio no haremos nada? — el contrario hizo un leve puchero.

— No.

El rubio rodó los ojos para después posar su mirada en las montañas de papeles que se encontraban sobre el escritorio.

— Que aburrido que eres — soltó cruzándose de brazos.

— Me lo han dicho antes.

— Entonces... — canturreó — ¿Puedo salir?.

— No puedes salir solo y lo sabes — respondió el jefe para después volver la vista hacia los papeles.

— Ven conmigo entonces — suplicó Jimin mientras batía exageradamente sus pestañas.

— No.

— ¿No conoces otra palabra que no sea no? — cuestionó enojado.

— No.

Jimin volvió a rodar sus ojos y se quejó.

— Saldré solo y regresare tarde — espetó antes de tomar la manija de la puerta.

— ¿Qué? — cuando Taehyung alzó su mirada desconcertada la puerta ya había sido azotada con fuerza.

No tardó más de 10 segundos en salir detrás del rubio y dejar el montón de papeles de lado. Al salir de la oficina pudo divisar al contrario meneándose hasta la salida, entonces ahí tomó su cintura y lo alzó para detenerlo.

— ¡Bájame! — chillo Jimin riendo.

— Hazme un favor y quédate aquí para que pueda volver al trabajo — soltó el jefe mientras lo dejaba caer sobre el sillón de la sala.

— Yo voy a salir, tu vuelve al trabajo — demandó.

— No estoy jugando Jimin.

— Ni yo — soltó el contrario — pero si quieres podemos jugar — una sonrisa socarrona creció en su rostro.

— Bien, te llevaré a un lugar — Jimin miro a Taehyung con curiosidad.

— ¿Saldremos? — preguntó entusiasmado.

Taehyung asintió a la par que rodaba sus ojos. El rubio no lo pensó demasiado y tomó el rostro del más alto para chocar sus labios.

Nota del autor: Gracias por leer! Se viene la primera cita 👀 Y el reencuentro de Nam con los chicos :).