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El camino del casino hasta la cabaña se sintió como una agonía para Vante y Seokjin, el primero no dejaba de mirar el celular en busca de noticias, sin embargo no había indicio alguno de sus amigos.

Al llegar, bajaron del auto rápidamente y corrieron hasta la cabaña, con un pánico junto a una desesperación indescriptible abrieron las puertas de golpe, encontrándose con un Hoseok jadeante.

— ¿Qué está pasando? — cuestionó Tae con voz desconcertada.

— Estuvo aquí — masculló de pronto Yoongi.

Seokjin soltó un suspiro pesado

— La policía está viniendo para acá, tenemos que salir cuanto antes — agregó Jungkook, sus ojos acuosos reflejaban dolor.

Jimin...

— ¿Dónde está? — murmuró Taehyung dirigiéndose al pelinegro.

El último bajo la mirada

— ¿Se lo llevó?

Vante no tenía palabras para describir cómo se sentía en ese momento. El silencio que inundó la habitación le confirmó lo que tanto temía.

— Mierda, mierda, mierda ... — soltó con dolor.

Las sirenas aullaban detrás de ellos, resonando en cada rincón de aquel bosque y alertándolos.

— Tenemos que irnos ahora — soltó Seokjin — suban rápido al coche.

El sonido de las sirenas sonaba detrás, cada vez mas cerca. Seokjin con el corazón palpitante pisaba el acelerador a fondo, los disparos chocaban contra el auto y solo bastó con mirar por el retrovisor para darse cuenta que estaban detrás suyo.

— Yo me encargo — gritó Yoongi tomando su arma y bajando la ventana.

Las ramas de los árboles rozaban el exterior del vehículo, las luces de los policías se acercaban cada vez más y las pocas armas que habían rescatado no parecían ser suficiente, el miedo y la desesperación se empezó a apoderar de los cinco.

A lo lejos Vante pudo divisar un barranco, todos sabían que no podían continuar así durante mucho tiempo y solo bastó con cruzar la mirada con Seokjin para que ambos estuvieran de acuerdo, ya no tenían otra opción.

— ¡Antes de caer tienen que saltar del auto! — aviso el mayor a la par que aceleraba, rezando para que todos llegaran a salvo.

Y a partir de ese momento todo pasó muy rápido

Taehyung sintió su cuerpo golpearse fuertemente contra el piso, volteó a su alrededor aturdido, buscando con la mirada a sus amigos. El sonido de las sirenas se alejaba dejando un eco.

— ¡Corran! — les gritó corriendo hacia ellos.

Cada hueso de su cuerpo dolía como nunca, sin embargo la adrenalina del momento se apoderó de él y lo alentó a seguir corriendo más rápido que nunca, hasta que no había rastro alguno de la policía.

Y ahora, ¿Qué van a hacer?

PECCATORI || Vmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora