La identidad de Vante es una incógnita para la policía de Seúl, el jefe criminal más sigiloso en la última década, nacido en Italia y con descendencia Coreana regresa a su país con el propósito de abarcar las zonas más adineradas de Seúl y poner en...
Jimin observaba todo detenidamente desde la orilla de la cama king size, se encontraba en la habitación de Jungkook y honestamente su adrenalina estaba al máximo. Jamás creyó sentirse de esta manera, aliviado y de cierta forma libre.
Jungkook estaba un tanto nervioso tratando de explicarle lo que ya sabía.
— O sea si somos delincuentes pero tampoco somos tan malos, digo no es como q vayas a salir de aquí sin vida o algo así... creo — le dedicó una sonrisa nerviosa.
— Ya lo sabía
— Eh?!
— Me refiero a que ya sabía quién eras, de hecho lo he sabido desde siempre — ventiló para un Jungkook confundido.
La habitación se llenó de un silencio sumamente incómodo y Jimin miraba con ojos expectantes al contrario, por primera vez en la noche sintió miedo. Los nervios lo comenzaron a carcomer al ver que Jungkook no reaccionaba o comentaba nada, tal vez se sentía sorprendido, aliviado o traicionado. Jimin había sido su único amigo fuera de su círculo social tan peculiar y es que el jamás se imaginó que estarían en esta posición .
— ¿Entonces me hiciste catfishing? — intervino después de unos cuantos segundos que para Jimin se sintieron como horas.
— Claro que no tonto, eso solo aplicaría si hubiera fingido ser alguien más.
— Jamás me hubiera imaginado conocerte en esta situación— murmuró Jungkook.
— Ni yo pero me alegra que estuvieras ahí para mi Jungkookie, nunca fallas en hacerme feliz — exclamó el más bajo para posteriormente levantarse de su asiento y dirigirse hacia dónde estaba el contrario y atraparlo en un cálido abrazo que significó más que una muestra de cariño, para Jimin lo era todo.
— Bien, después de estas cursilerías me vas a contar, ¿por qué decidiste escaparte y como diablos hiciste para burlar a los guardias de tu papá?
— Te prometo que te lo contaré pero antes tienes que decirme si me ayudarás — la mirada de Jimin cambio a una de súplica — yo... de verdad no puedo regresar con mi padre, no quiero estar ni un minuto mas en ese lugar en dónde no puedo ser libre.
— Está bien, te prometo que haré todo lo posible por que te quedes con nosotros— el más alto lo envolvió nuevamente en un abrazo — aunque me cueste la vida — susurró sobre su oído.
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