capítulo veinte

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Ambos respiraban de forma agitada y cansada, más que nada Ethan, el cual sentía que un camión le había pasado por encima, ya que su cuerpo se encontraba adolorido, y como no si los golpes que le había dado Trent eran tan fuertes, además el mayor no estaba tan cansado como él, es más, pareciera que estaba luchando con una especie de bestia o gorila y este no caería con nada.

—¿que pasa mocoso? ¿Ya no puedes más?— dijo Trent de forma burlesca.

—solo estoy empezando viejo de mierda—

Al terminar la frase tuvo que esquivar un golpe que iba hacia su cara, pero sintió un dolor punzante en sus costillas, cosa que Trent aprovechó para darle un fuerte golpe en esa zona, tirándolo al suelo haciendo que se retorciera de dolor, siendo incapaz de levantarse.

—enserio eso es todo, que patético…— se agachó a la altura del pelinegro —y yo creía que ibas a dar más pelea, pero veo que no—

—jodete…—

—sabes algo, no te matare, ya que— sujeto a Ethan del cabello alzándolo para verlo a los ojos —por qué mejor hago que veas como mato a tus amigos y hermano… Bueno, solo a tus amigos ya que dudo que tu hermanito siga con vida—

Al escuchar eso Ethan sintió mucha ira, por lo que logró darle un golpe en la cara a Trent, haciéndolo que lo soltara, aunque Trent en respuesta también lo golpeó con fuerza en el estómago, haciendo que Ethan tosiera algo de sangre y le faltara el aire.

Trent aprovechó eso para tirarlo al suelo y se colocó sobre él, colocando sus manos alrededor de su cuello y con fuerza empezó apretarlo, provocando que Ethan se removiera y rasguñara la cara del contrario para que lo soltara, a causa de esto Trent apretó con más fuerza el cuello de Ethan, haciendo que poco a poco fuera perdiendo sus fuerzas y hasta paso por su mente la idea de que iba a morir en ese lugar.

—¡¡Cuando acabe contigo, pondré en cada lado de la ciudad partes tuyas y así jamás te encontrarán!!— dijo Trent.

Siguió apretando el cuello de Ethan, el cual ya estaba quedando inconsciente, cuando de repente algo golpeó a Trent por la espalda, quitándolo de encima de Ethan. Este se sentó en el suelo tosiendo y recuperando el aire, mientras lo hacía pudo ver de quien se trataba.

—vaya, te dejo solo unas horas y te debo salvar el trasero, después de esto me deberás un gran favor— dijo Fred sonriendo levemente.

Ethan no lo podía creer, ya que igual que en el pasado, Fred había logrado llegar para salvarlo como solía hacerlo siempre que lo molestaban, y ahora nuevamente volvía a salvarlo, por lo que no pudo evitar sentir lágrimas formarse en sus ojos.

—eres un idiota, pero como es que…—

—luego hablamos de eso, por ahora— miró como Trent le miraba de forma fría —tengo que saldar deudas con el—

—vaya, vaya… El hijo del bastardo de McCormick— Trent le miró con desprecio —¿te gusta ese recuerdo que te hice?—

—a quien le gusta algo que te haga recordar un mal momento de tu vida— tronó sus nudillos —pero basta de platica, vas a pagar por esto—

—eso está por verse—

Ambos empezaron una pelea donde Fred tenía algo de ventaja ya que como el contrario había peleado con Ethan se había cansado un poco, pero aun así Trent parecía una bestia sedienta de sangre, la cual no sería saciada hasta que matara a ambos mocosos con sus propias manos, ya que esa era la única cosa que pasaba por su mente, hacer pagar a quienes le jodieron su vida

El sabía que no era un santo ni nada por el estilo, pero eso no impedía que pudiera ser un chico con una vida normal, claro que eso jamás sería posible, ya que siempre estaban esos pendejos cagandole como siempre la vida, y era tanto el odio acumulado que solo estaría en paz cuando ellos pasaran la misma mierda u infierno que el paso toda su vida, por ello debía matar a esos mocosos.

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