Bebió con lentitud el vino en su copa mientras no apartaba la mirada de los tres vampiros frente a él, está bien, no es lo que tenía en mente pero las cosas se le salieron de control. . . de alguna u otra forma.
— Entonces. . . ¿hoy lograron cazar algo? — preguntó la que ahora sabía se llamaba Jung-Eum, y que era la hermosa y encantadora madre del vampiro, la misma que le dijo a la cosa chillona de que era él la pareja de Hyunwoo.
— Si, pero fue más difícil de lo que pensé. — contestó, la mujer quiso volver a hablar sin embargo en ese momento llegó Hyunwoo con una mueca en el rostro que se convirtió en una expresión confundida en cuanto me vió.
Me quedé en silencio mientras terminaba mi bebida, en estos momentos eso era más importante que el incómodo juego de miradas de la familia Son.
— Kihyun — llamó, de mi tan solo salió un grave « Mhm » para indicarle que lo estaba escuchando — creí haberte dicho de que fueras a tu habitación.
Mis impulsos me decían que le gritara que se fuera a la mierda, yo era un adulto libre no un niño de cinco años manejado por sus padres que no lo quieren ver ni en pintura.
Así que tan solo me dediqué a responder con calma, yo tenía un arma después de todo y él estaba apunto de conocerla.
— Lo siento, para tu lastima no soy perro amaestrado así que no cumplo tus órdenes.
Mi lengua afilada era un don y una maldición a la vez.
— Cuida tus palabras. — advirtió él.
— Cuida como me tratas no soy un niño.
No era ni el momento ni el lugar y sinceramente tampoco era una situación normal, no han pasado ni dos días y ya hemos tenido más discusiones que una pareja de hermanos compartiendo un cuarto.
— Hyunwoo — por suerte habían personas para pararnos, he de suponer que por la cara de todos en la mesa el que Hyunwoo haya tenido una discusión verbal con un humano no era cosa de todos los días, ¿debería sentirme especial? era el detonador de un vampiro. — ¿No quieres sentarte a comer? Debes estar muy cansado.
El vampiro no quitó su mirada de la mía, por supuesto y gracias a mi orgullo y fanatismo por los retos yo no aparté mi mirada de la de él, fue interesante y hermoso ver como sus ojos parecía haber cambiado de ese negro profundo a un fucsia brillante, era inevitable no perderse en ellos, suspire bajo mientras observaba atento el cambio en el color de sus ojos.
— ¡Hyunwoo! — mi atención fue robada por esa exclamación descubriendo así a Yeji, otra de las hermanas del vampiro, ella observaba al mayor con el ceño fruncido y una mirada inquisitiva.
Hyunwoo desvió su mirada hasta su hermana y luego hasta su madre quien tenía una expresión difícil de reconocer.
— Comeré en mi habitación, buenas noches.
Se fue sin más dejándome a mí con un ligero dolor de cabeza y tres pares de ojo mirándome intrigados.
Mi mirada se clavó en mi plato casi vacío antes de levantarme de la mesa.
— He terminado, gracias por la cena, buenas noches. — no esperé respuesta y camine hasta mi habitación entre pequeños tambaleos, sentía mi garganta cerca y en el último tramo corrí hasta la habitación en donde me encerré en cuanto pude.
Mis dientes cosquillearon y mi labio inferior ardió tan repentinamente que me hizo dar cuenta de que tan fuerte me lo estaba mordiendo sin saberlo, el sabor metálico y dulce de mi sangre se coló entre mi paladar antes de que me tirara sobre la cama y mordiera con fuerza mi brazo.
El dolor de mis dientes rasgando mi piel se mezcló con el placer, un gemido gutural salió desde mi garganta mientras me removía inquieto.
« Esto es tu culpa.»
« Tu me hiciste así.»
Me lamenté entre pensamientos antes de volver a caer en el sueño, en donde mi pesadilla me esperaba para recordarme tan vividamente aquel día, donde todo comenzó.
『♡』
No sabe si fue cosa del estrés o bendición divina, pero en cuanto su cuerpo tocó su cama durmió más de lo que antes generalmente lo hacía. Hyunwoo había despertado en la madrugada con el cuerpo completamente inmóvil.Las manos entrelazadas sobre su estómago y su cuerpo mirando al techo le daban un aspecto de que estaba muerto, lastimosamente no era así.
En cuanto notó que el sol se colaba por su ventana abierta hizo una mueca, el sol siempre le generaba dolores de cabeza, el prefería un clima como muchos describirían "triste".
Se levantó de un salto cuando el sol chocó directamente con sus ojos y abandonó en cuanto pudo su habitación, camino tan sumido en sus pensamientos que tardó mucho en darse cuenta de que estaba yendo a la habitación del humano.
Bufó irritado cuando recordó su discusión de ayer, aquel chico pelirrojo iba a sacarle canas verdes.
Entró sin más ignorando las voces en su cabeza que le recordaban lo que había pasado el día de ayer, el como se había perdido en los ojos dorados del humano y fue cuando cayó en cuenta de que el humano no podía tener los ojos dorados, simplemente no era.
Pensó que tal vez había sido una alucinación suya, hablar con el rebelde había sido más difícil de lo que pensó y con aquella situación solo había logrado estresarse en demasía.
En cuanto estuvo a un lado de la cama en la que dormía cómodamente el humano notó algo bastante interesante.
Con una ceja alzada tomó entre sus manos la muñeca derecha del pelirrojo notando al instante la mordida que reposaba en su brazo, no era profunda, a las justas y había dejado una marca rojiza en la piel con el sello de los dientes del joven.
Se preguntó cuál era la necesidad del chico pelirrojo para morder su propia piel, ¿tan fuerte era ese fetiche suyo?
El humano se removió inquieto en la cama mientras soltaba pequeños suspiros temblorosos, su ceño se frunció aún en sueños y fue entonces que Hyunwoo, sin necesidad de verlo en sus ojos había notado lo que le pasaba al humano.
Estaba viviendo su pesadilla otra vez.
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ғᴇᴛɪᴄʜᴇ | sʜᴏᴡᴋɪ ᵎᵎ
FantastikFue interesante ver a un chico pelirrojo en medio del bosque... mordiendo el brazo de un muerto. ≻─ ¿No eres un vampiro? ≻─ ¿No? ≻─ Pero entonces porq- ≻─ Se llama fetiche idiota. ⌗ Esta historia no me pertenece ⌗ Tengo el permiso para poder adaptar...