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Camino a paso lento tratando de no llamar la atención, sus ojos se cerraron de vez en cuando pero sacudió su cabeza con rapidez para espantar el sueño, para su mala suerte se ha estado sintiendo muy cansado últimamente, como si cargara un elefante en la espalda todo el tiempo.

Suspiró antes de rebuscar en sus bolsillos lo que había encontrado en las calles, tan solo un anillo y un pequeño cofre dorado, tal vez le den más por el anillo, lo que fuese era necesario para seguir alimentando a su enfermo amigo, Hyungwon ha estado raro desde que llegó, había tenido fiebre intensa toda una noche y al día siguiente está apenas había bajado sin contar cómo sus venas ahora parecían marcarse más en su ahora pálida piel.

En cuanto llegó al bar buscó con la mirada a su cliente habitual, si no lo encontraba tendría que conformarse con algún otro.

Esa noche regresó a casa con un pote de pastillas para Hyungwon y un calor ardiente en su frente, cuando llegó a la habitación que compartían ayudó a su amigo a levantarse de la cama y obligarlo a que tomara las pastillas.

— Por cierto, no he visto a Sohyuk en el bar. — dejó el pote en la improvisada mesita de noche antes de ayudar a acomodarse al más alto en la cama.

— Ah, se me olvidó decirte — Hyungwon dibujó una pequeña sonrisa en su rostro antes de toser con una mueca — Suho ha desaparecido, hablé con Sohyuk dos días antes de que llegaras, tu saldo ha sido pagado ya que no podrían darte a otro noble y su mano derecha, Minhyuk, nadie sabe que pasó con el por eso no asumió la otra parte de la deuda.

— ¿Cómo? — sintió su corazón retumbar con fuerza dentro de su pecho, su cuerpo permaneció tieso en su lugar mientras trataba de digerir lo que esa noticia significaba. — ¿Soy libre?

— Somos libres, ambos teníamos una deuda con el mismo vampiro ¿lo recuerdas?

— Si, si, eso, pero, ¡Somos libres!

— Si Ki, somos libres.


Mordió su labio antes de ver sobre su hombro a un Hyungwon completamente dormido aunque su ceño fruncido no se iba ni siquiera en sueños, Kihyun imaginaba el porque, la temperatura había subido, esto ya lo estaba alarmando.

Eran casi las cinco de la mañana, todo estaba silencioso y tranquilo, se acercó al cuerpo de su amigo y tocó su frente con su mano pero la aparto al instante, estaba ardiendo, se sentó en el borde de la cama y desabrochó los botones de su camisa para sacarla y dejar que el viento helado ayude a calmar su temperatura más la marca roja en su cuello llamó su atención, está tenía ahora bordes negros y sus venas también se marcaban en ese lugar.

¿Y ahora qué?

Escuchó el sonido de los botes de basura caer contra el suelo fuera de su habitación y luego de esto varios golpes a su puerta, saltó en su sitio antes de volver a ver a Hyungwon.

Tal vez solo era Lia que volvía de una noche ajetreada y estaba más borracha que el señor Oh los fines de semana cuando lograba escapar de su esposa.

Camino hasta la puerta y la abrió de un golpe pero nadie lo hubiera preparado para ver a quien estaba del otro lado.

— ¿Que haces aquí? — preguntó con el ceño fruncido aún con la puerta abierta, el vampiro señaló a duras penas el cuerpo tendido en la cama detrás de él.

— Ne-necesito estar con él. — susurró él con voz grave y ronca que le enfrió los huesos, trago duro antes de ver nuevamente a Hyungwon que ahora se removía más inquieto en la cama sin despertar aún pero con el sudor bañando su frente y pecho, suspiró alto antes de asentir y dejar entrar al vampiro quien ni siquiera le importó dar una segunda mirada al lugar, se lanzó en la cama y se acomodó entre los brazos de Hyungwon quien parece haberlo reconocido porque sus brazos se cerraron sobre él y lo atrajo más a su cuerpo.

Decir que estaba incómodo con la situación era poco, él no cabía en ese cuadro amoroso y por un efímero momento se imagino a si mismo entre los brazos de otro vampiro…

Apagó la llama de la vela que estaba sobre la mesa de noche y tomó un abrigo de su cama, con una última mirada a la pareja salió de aquel cuarto y caminó por las heladas calles con las manos en los bolsillos y la cabeza mirando el cielo.

¿Ahora que iba a hacer?

Estaba seguro de que Hoseok querría llevarse con él a Hyungwon, entonces, el se quedaría ahí, solo, hizo una mueca con el solo pensamiento pero luego negó lento, estaba bien, ya había vivido solo antes, luego de que…

Reconoció una sombra que caminaba no muy lejos de él, no podía reconocerle el rostro porque tenía una gorra en la cabeza, tan solo esperaba que no lo estuviera siguiendo a él, siguió su camino hasta el puente que daba a Deiva… no iba a cruzar.

Dió media vuelta pero entonces aquel hombre de gorra negra se paró frente a él con una sonrisa en el rostro.

— Veo que ya no tienes amo. — dijo él,  Kihyun lo reconoció al instante en el que su olor lo chocó y picó su nariz, era el hombre que los había parado en el bar cuando estaban cazando a ese rebelde.

Inconcientemente llevó sus manos a su cuello, ya no tenía el collar… ya no era de Hyunwoo.

— Con amo o no, no creo que sea buena idea que intentes algo.

El vampiro rió ronco antes de intentar tomarlo por el cuello sin embargo el fue más rápido y agarró la cuchilla en el bolsillo de su abrigo e hizo un corte poco profundo en el brazo de este quien no estuvo nada contento con la resistencia que estaba poniendo.

— Pequeña mierda tonta. — gruñó él antes de volver a avanzar hasta tomarlo de los hombros, Kihyun alzó los dos brazos y con el codo derecho golpeó el brazo derecho del más alto con fuerza, este gruñó nuevamente y su brazo derecho lo soltó logrando que zafarce del izquierdo sea más fácil.

La cuchilla aún en sus manos no dudo en enterrarse en el estómago del vampiro cuando esté se dobló ligeramente por la patada que le había dado en su estómago, la sangre no tardó en correr hasta tocar sus dedos pero eso no le importó, extrajo la cuchilla y está vez la inserto en el pecho logrando que él trastabillara y luego cayera de espaldas al suelo.

Yoo respiró rápido y entrecortadamente sintiendo sus piernas flaquear, retrocedió lentamente y con poco equilibrio antes de tomar una gran cantidad de aire y calmarse.

Miro por última vez el cuerpo inerte del vampiro y sacándole el dedo medio se fue del lugar sin voltear, no dándose cuenta cuando un grupo de tres chicos tomó el cuerpo del vampiro y lo tiraron a la cajuela del auto antes de subirse al mismo donde una chica con sonrisa divertida miraba desde el asiento del conductor el lugar por el que el pelirrojo se había ido.

Miro por última vez el cuerpo inerte del vampiro y sacándole el dedo medio se fue del lugar sin voltear, no dándose cuenta cuando un grupo de tres chicos tomó el cuerpo del vampiro y lo tiraron a la cajuela del auto antes de subirse al mismo donde...

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ғᴇᴛɪᴄʜᴇ | sʜᴏᴡᴋɪ  ᵎᵎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora