26

165 36 0
                                    

Al llegar a casa él ya era un anciano de los tiempos de Cristo, sus piernas ya no daban para más y Erick tuvo que ayudarlo para adentrarse a la mansión en donde lo esperaba su madre quien al verlo no dudo en correr hasta él y ayudarlo de igual forma.

— ¿Él está bien? — logro preguntar.

— Ya te dije que sí, camina un poco tienes que ir con él.

Asintió perdido y juntos avanzaron hasta su habitación, no pudo evitar suspirar aliviado cuando vió sobre la cama a su pelirrojo, tenía la piel perlada en una ligera capa de sudor mientras algunos mechones rebeldes cubrían sus ojos, su respiración era casi inestable y estaba pálido.

Pero estaría bien, el se encargaría de eso.

— Aquí, oye espera ¡con cuidado Hyunwoo! — lo reprendió su madre a lo que él rió como un niño pequeño pero no haciéndole caso se acercó lo más que pudo al cuerpo de su humano. — ¿lo marcarás ahora?

Él lo pensó, en la fiesta, en el camino y ahora, ¿lo marcaría estando inconciente?

Negó.

— Se lo preguntaré primero.

— Pero si no lo haces morirá.

— Será su decisión. — rugió y su madre asintió antes de llevar sus cabellos atrás.

— Sobre Mina… mira se que le tienes algo de aprecio pero ten en cuenta que si ella trato de quitartelo una vez lo hará de nuevo y tu no quieres que eso pase-

— Mamá.

— Solo escúchame-

— ¡Mamá!

— ¿¡Qué!?

Sonrió —; Encárgate de ella.

Era lo único que ella necesitaba, su madre asintió rápido y salió de la habitación arrastrando a Erick con ella quien le dio a Hyunwoo una mirada iracunda porque ahora el tendría la tarea de raptar a una vampira, y no era de sus tareas favoritas.

Hyunwoo volvió su atención a Kihyun cuando la puerta se cerró y con su mano acomodó los mechones rojizos del humano acariciando luego una de sus mejillas.

Suspiró.

Diablos, lo tenía ahí con él, entre sus brazos descansando tranquilamente, se veía tan inofensivo cuando dormía que siempre se sorprendía del cambio que tomaba al despertar, aún así, a él le gustaban esos cambios.

Se acomodó aún con Yoo en sus brazos de manera que la cabeza del pelirrojo quedara sobre su pecho y sus brazos lo rodearan con mayor facilidad.

No sabe por cuanto tiempo se quedó así, acariciando el sedoso cabello del pelirrojo y mirando el techo, pero está seguro de que fue mucho tiempo.

Su momento de ponerse nervioso fue cuando el cuerpo sobre él comenzó a removerse, ya no sabía que más hacer o decir.

¿Hola?

No, se vería muy estúpido.

Cerró los ojos con fuerza cuando sintió unas manos sobre su pecho y la cabeza del pelirrojo acomodarse mejor.

Lo escuchó suspirar antes de decir con voz ronca y somnolienta.

— Dios, esta alucinación se siente más real.

Bufó, por supuesto que Kihyun diría algo como eso.

— ¿En tus alucinaciones el vampiro habla? — preguntó burlón.

— Si, pero esta vez suena más idiota.

Eso fue todo, era momento de dar la cara.

Giró su cuerpo dejando al pelirrojo debajo de su cuerpo, este lo miró con los ojos entrecerrados antes de cerrarlos por completo y suspirar.

ғᴇᴛɪᴄʜᴇ | sʜᴏᴡᴋɪ  ᵎᵎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora