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El sonido punzante creció y se extendió, estaba en cada rincón, acechándolo, cerró los ojos y respiró profundo esperando, que parara, que se detuviera.

Lo haría pronto, solo tenía que esperar un poco más...

Las pisadas se acercaban cada vez más, aún no descubría como lo sabía porque literalmente el sonido vivía en cada rincón logrando confundirlo pero a la vez lo sabía...

Plaf
Plaf
Plaf

Con cada pisada un nuevo salto de su corazón, el impulso le decía corre, el miedo le decía déjate.

Plaf
Plaf
Plaf

El decidió que era mejor despertar.

Cuando sus ojos se abrieron de nuevo lo primero que sintió fue el frío de la mañana, la cama estaba vacía pero Kihyun podía escuchar la ducha siendo abierta y luego el agua cayendo con fuerza, suspiró alto mientras se cubría con las mantas aún su desnudo cuerpo, su mirada se perdió en la puerta de la habitación con la mente en blanco y sus ojos sin brillo, se sentía extrañamente cansado, pesado, con una opresión en el pecho y picazón en las manos.

Escuchó la puerta del baño ser abierta sin embargo no se movió y tampoco giró su mirada, su rostro ahora era una máscara de inexpresividad.

— Kihyun — llamaron y entonces por fin pudo volver su rostro al hombre frente a él, sonrió pequeño sin poder evitarlo y susurró un pequeño Hola — iré a ver a Changkyun, puedes tomar un baño, volveremos a Tezi esta noche.

El pelirrojo asintió lento con el ceño levemente fruncido, Son estaba algo distraído, tal vez perdido, esperó entonces al menos un beso de parte del vampiro pero este simplemente se levantó, se cambió con unos pantalones de cuero negro y una camisa del mismo color algo transparente, se colocó sus botines y con un asentimiento salió de la habitación sin decir más.

Yoo alzó una ceja confundido antes de volver a acostarse sobre la cama, aquella opresión en el pecho crecía con cada segundo y ya se sentía ahogado, caminó como pudo hasta el baño y se tomó una larga ducha tratando de relajar su cuerpo, frotó sus manos entre sí tratando de espantar esa sensación de picazón y volvió a la habitación para buscar un nuevo cambio de ropa.

La habitación fue tocada cuando estaba abrochando los últimos botones de su camisa y él gritó;

— Pase — una chica, la misma que había estado ahí el primer día que se encerró con Son, entró con una carretilla y la dejó en el centro de la habitación antes de hacer una reverencia.

— El desayuno, señor.

Kihyun frunció el ceño antes de hacer una mueca — No me digas señor, sigo siendo joven.

La chica ocultó su risa antes de verlo atentamente, como si buscara algo.

— ¿Pasa algo? — preguntó entonces sintiéndose inquieto por la mirada de la chica.

— No... no es nada, me retiro.


— ¡Sigues vivo! Tú empleada no me quiso decir dónde estabas o porque postergaste la caza, pero yo supongo que es por mí. — el peliblanco sonrió divertido pero eso cambió al ver la mueca seria en el rostro del más alto, frunció el ceño confundido antes de seguirlo en silencio hasta la oficina de este en donde Son se tiró sobre su silla y soltó un largo suspiro. — Bien, dime que pasa porque es raro verte todo...

— ¿Todo que?

— Todo despechado.

— No estoy despechado, cierra la boca.

ғᴇᴛɪᴄʜᴇ | sʜᴏᴡᴋɪ  ᵎᵎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora