Algo despierta.

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Al llegar a Yunmeng Jiang, Wei Ying lo hizo durmiendo profundamente en los brazos del líder quien lo carga con experiencia y como no, si aprendió con su adorado sobrino a cargar a un bebé.

Durante todo el viaje Lan Zi Teng no le quito la vista al líder Jiang, siempre vio de él ese lado arrogante, fiero en todos los sentidos, Siempre alerta… salvaje, indomable. El Lan jamás había visto esa parte que oculta celosamente. Paternal, cuidadoso, suave, relajado y con una sonrisa tan hermosa que le hace ver adorable. Pero de pronto se dio cuenta de que estaba observando más de la cuenta, cuando el líder Jiang le esta llamando quizás por cuánta vez.

- Maestro Lan….- dice el Jiang una vez más, el Lan desvía la mirada avergonzado sin poder evitar ponerse rojo desde el cuello hasta las orejas como si hubiera sido descubierto mirando algo prohibido- ¿esta bien?

- Si, yo…. Solo….- tartamudea- me distraje.

- Bien, solo quería saber si desea dormir con el niño o mejor duerme con migo- dice refiriéndose a que el bebé duerma con él.

- Prefiero dormir con el niño, seria incómodo compartir la cama con usted…..- cuando hubo terminado de hablar quedo congelado cuando se dio cuenta de lo que había dicho.

- ¿por qué querría acostarse en mi cama?- pregunta el líder mirándolo con una ceja alzada.

- Yo lo siento, no es lo que quise decir, bueno si quería…. No, eso no… yo puedo dormir con el niño…. Solo, sin la ayuda de nadie.

- Por lo visto viene muy cansado. Los llevare a la que era la habitación de mi hermano, ahí se quedarán y podrán descansar, cuando la comida esté lista nos reuniremos nuevamente- dice el Líder entregándole el bebé al Lan para luego despedirse haciendo una reverencia.

Lan Zi Teng acomodó al bebé en la cama y como no tenía sueño recorrió la habitación, sabe que esta mal lo que hace, eso de husmear entre las cosas ajenas, pero el chiquillo es como es en su antigua niñez, entonces se comprenderá a quien tenía que salir JingYi.

Lan Zi Teng encontró un estante lleno de libros y la curiosidad por ver cuál era el tipo de lectura que ese niño leía lo llevó a tomar uno, el que arrojo lejos en cuanto lo abrió. El Lan mira con el ceño fruncido al bebé que duerme tranquilamente en la cama- ¡tenía qué ser pornografía, chico desvergonzado!- exclama recogiendo el libro para dejarlo dónde estaba- pornografía entre un hombre y una mujer, pensé que sería entre hombres- dice dejando libro en el librero y apartándose como si estuviera infectado de fantasmas.

El Lan abre una puerta que da al exterior encontrándose con un pórtico que da directo a un estanque de lotos- es muy hermoso- dice quitándose las botas y calcetas para luego sumergir los pies en el agua. No pasó mucho cuando  Wei Ying despertó, Lan Zi Teng se dio cuenta por que vio de reojo una cosita pequeña pasar gateando a toda velocidad con rumbo quien sabe donde.
Cuando el Lan fue a buscar al niño lo encontró abriendo un ropero mientras hacía sonidos con la boca.

- ¿qué crees que estas haciendo, bandido…?- pregunta el Lan tomando al bebé entre sus brazos.

Wei Ying ante el repentino agarre da un fuerte y agudo chillido, al verse atrapado inesperadamente ante lo que parece ser una pequeña jugarreta

- ¡¿ya te ibas a esconder?!- el bebé ignorando lo que el Lan le dice, lleva su boca llena de baba a la mejilla del mayor, es su forma de demostrar instintivamente su cariño a quien cree es su papá, puesto que no tiene el conocimiento de que es un beso- ¿Qué haces Wei Ying? Me estás llenando de baba- dice el Lan sin hacer el esfuerzo por apartarlo, el niño solo empieza a soplar dejando que  el aire escape con dificultad al estar atrapado entre ambos- vamos a sentarnos en el pórtico, el agua está precisa y quiero seguir con los pies sumergidos- Wei Ying hace amago de querer morder al Lan y por instinto este le grita molesto- no muerdas Wei Ying…- ante el repentino grito el pequeño se asusta y su corazón late a mil por hora, entonces sus labios tiemblan y sus ojos se cristalizan, el bebé no entiende lo que está pasando, solo siente que su papá lo asusto, el Lan no pudo evitar sentir como se le partió el alma al ver la tristeza en el rostro de A’ying e inmediatamente le consoló- ¡ay, no! ¿Qué hice?- el bebé empieza a hipar  bajito en lo que sus lágrimas se liberan- ¡¿ no llores si?!- pide el Lan abrazándolo para calmarlo- fue mi culpa, solo me asuste…- Wei Ying  apoya su cabecita contra el Lan y se lamenta con pena- esta bien, puedes llorar,  fue mi culpa- dice en tono suave para no asustar más al bebé- A’ying, ¡Lo siento, lo siento mucho…!- repite en un intento por hacerle entender las cosas.

Lan Qi Ren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora