Lan Qi Ren.

Lo que se desea decir.....

Ya son las cinco de la mañana y Lan Zi Teng viene despertando desde hace un momento pero aun le cuesta ya que se siente cómodo, relajado, calentito y muy envuelto, un momento, ¿muy envuelto?. El Lan abre los ojos rápidamente solo para tener en frente a pocos centímetros de su rostro, los labios de Jiang WangYin.

-¿QUEEEEEEEÉ...?- grita internamente el Lan, tieso como un palo estuvo por un momento y al mismo tiempo se ve alterado, nervioso.... No es lo mismo observarlos cada vez que puede e imaginar como se sentirán al contacto, cual es la temperatura máxima en la que pueden llegar a quemar y como se sentirán su sabor después de comer algún caramelo o miel, ya esta en sus brazos, sabe al menos como se siente y eso basta para que su corazón se descontrole con desespero- ¿cómo quisiera quedarme un poco más, aquí en este mismo lugar.

Cuando reacciono, Busco la forma de escapar de esos fuerte y cálidos brazos de los cuales no quiere huir pero debe. Habiendo logrado su objetivo y recuperado su respiración, junto a la cama el Lan tiene mejor visión de su entorno entre la oscura mañana. El Lan Y el Jiang estaban durmiendo juntos ocupando solo la orilla de la cama en lo que Wei Ying duerme a pata suelta ocupando todo el espacio restante, con la cabeza hacia los pies y los pies hacia la cabeza.

-Para nada me extraña, este niño si tiene un mal dormir- piensa el Lan- ahora la pregunta es ¿Cómo termine durmiendo abrazado con A'cheng siendo que este niño estaba durmiendo en el medio?- se rasca la cabeza- en fin...- el Lan como de costumbre se asea y prepara para el nuevo día.

Dirigiéndose a la cocina se encuentra con un par de damas que preparaban el desayuno y por lo visto era para varios niños, debido al tipo de alimento y cuencos que estaban usando.

-Permítanme ayudar- dice el Lan tomando unas cuatro bandejas apiladas una sobre otra. Con el agradecimiento de las mujeres las sigue por un pasillo que llega a un area que está aislada. Una de las jóvenes pide al guardia abrir el portón.

-¿Qué sector es este?- pregunta el Lan.

-Este es el área de los niños, aquí se tienen a los niños desde bebé hasta que cumplen los diez años.

-¿por qué hasta los diez?- pregunta el Lan.

-Porque a esa edad empiezan a entrenar entonces deben cambiarse al área de los discípulos aspirantes a cultivador- responde la doncella quien hace entrar al Lan a una residencia que muestra en su interior un comedor común.

-Entonces los niños que se quedan aquí  ¡¿deben ser hijo de los maestros?!.

-Para nada joven maestro Lan- sonríe la joven, preparando las cosas- después de la quema, muchos niños perdieron todo y quedaron en la calle. Como el líder estaba reconstruyendo el pueblo mandaba a los niños a la secta y se les acomodaban en el campamento que se levantó en los patios de entrenamientos.

-¡me había olvidado que en una guerra hay muchas pequeñas víctimas!- exclama el Lan.

-Por eso lo primero que hizo el líder Jiang después de reconstruir el pueblo fue construir el sector de los niños- dice la joven contabilizando los alimentos- ya después de eso, el líder no dejó de llegar con niños que encontraba en algún lugar, mandaba a averiguar si el pequeño tenía familiares a quien poder  entregar a la criatura pero si no los encontraba los dejaba aquí, pero si los encontraba y no lo querían o trataban mal también los acogía.

-No tenía idea que el líder hiciera algo así- dice sorprendido el Lan al darse cuenta del noble corazón de Jiang WangYin, siempre lo vio con malos ojos, indolente, frío, cruel. Para el Lan era alguien que no sentía empatía por nadie. Pero ahora se da cuenta de que realmente estaba equivocado, el líder Jiang nunca dijo a nadie las cosas que hacía, jamás se jacto de eso, motivo por el que sintió como su corazón se calento. Desde que empezaron a compartir a causa de Wei Wu Xian, todos los prejuicios que tenía en contra del líder se fueron cayendo uno a uno y con ello su admiración y las ganas de saber más de aquel solitario loto fueron creciendo y sin saber nacieron sentimientos de cariño los cuales ahora se convirtieron en sentimientos de amor y desea hacerlos saber a aquel para quienes son dirigidos, pero, una vez más se recuerda que es algo imposible, nadie que sea joven como el Jiang querría estar con un viejo así que es mejor tragarse esos sentimientos que sabe no serán correspondidos.