¿que sabor es?

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Comencé a lamer el dulce, llenando mi boca de aquel sabor carameloso y frutal que tenia

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Comencé a lamer el dulce, llenando mi boca de aquel sabor carameloso y frutal que tenia.

Sentado sobre el regazo de Edward, el cual mantenía sus ojos cubiertos por una linda banda color rosado, sus manos manoseando una y otra vez mi culo, sin piedad, diciendo lo suave que soy.

El juego es fácil.

Pruebo el dulce y luego Edward me besa, para adivinar el sabor, no puede ver y mucho menos oler.

— Ya—

Saque el dulce de mi boca, solo para juntar nuestros labios, la lengua no tardó en explorar, lamiendo todo a su paso mientras las manos en mi culo, no dejan de moverse. Cuando logré sentir un punzón bajo mi, me detuve, recibiendo un gruñido bajo.

— ¿Que sabor es?—

— definitivamente es naranja—

Sonreí picoteando dos veces más esos labios.

— Correcto —

Tome otro dulce, lo saboree un poco para después pasarlo por mis labios como brillo labial, es mi sabor favorito. Al terminar junte mis labios con los de Edward, el cual comenzó a saborear, podía sentir sus manos masajear mi culo una y  otra vez, con intensidad cada que compartíamos un beso, me separé recibiendo una lamida sobre mis labios.

— Es difícil...—

Frunci el ceño antes de saborear de nuevo el dulce, no es un sabor difícil de adivinar.

— creo que necesito probar de nuevo—

Asenti, aún que no pueda verme, solo junte nuestros labios, Edward complace tan bien mi boca, que olvidó por completo como pensar y solo me dedico a sentir.
Las manos sobre mis mejillas traseras no dejan de moverse, jugando con el borde de las bragas, mientras su lengua hace maravillas con mi boca, es realmente caliente y viscosa.

— Suficiente —

— ¿Uhm? No se que sabor es—

Claro que sabe, solo que miente para poder besarme más de las veces sugeridas.

— mientes—

— Tal vez—

Sonreí dejando un pequeño beso en sus labios, me aburri de jugar, aún que el dulce de Cereza, lo mantuve en mis labios.

— ya me aburrí —

Quite la banda de su rostro, solo para observar esos bellos ojos verdes, estoy tan enamorado de el.

— Quiero ver tus tatuajes —

— claro, pero antes dame un beso—

— Besito sabor a...—

— Cereza —

Simplemente nos besamos. Pienso en que fue lo que hizo Edward para tenerme a sus pies, recuerdo que no quería saber nada de el, y lo trate mal por ser un acosador, obsesionado conmigo, y ahora... Realmente siento que esas actitudes son las que más amo de el.
Al separarnos, Edward por fin quitó su ropa, jadee de sorpresa al mirar todos esos garabatos, dorso, brazos, muslos e incluso dos pequeñas palabras en sus pies.

— Son demasíados—

— Si... Y la mayoría no tiene significado—

Me acerque a el, dispuesto a tocar aquella tinta en forma de... ¿Que es eso?.

— es una mariposa, la tatué el día que papá murió, creí que... Sería libre, que ya no tendría nada que ver con la mafia...—

Subí la mirada observando esos ojos brillosos y ahora tristes.

— no te gusta ¿verdad?—

Pregunte, no me refiero a el tatuaje, me refiero a la mafia a Edward no le gusta ser parte de ella.
Se sentó a un lado de mi, tomando mi mano para comenzar a jugar con ella de forma amorosa.

— No... Pero debo mantener la herencia de la familia... —

Suspiro sin dejar de mirar mi mano, jugando con mis pequeños dedos.

— para seguir... ¿Debes tener un hijo?—

Su silencio me dijo todo, aún que Edward es Gay y este conmigo, con un chico. El necesita embarazar a una mujer que de a luz a el siguiente heredero de la Mafia Styles.

— Pero.. tu..—

— Soy gay, uhmm.... Hay otras formas de embarazo, pero... Lou yo no quiero que mi hijo pase por esto. No quiero que sea un asesino y se cree enemigos, que sea perseguido por la policía y por cerdos..—

Asentí sujetando su mano con fuerza, recibiendo su mirada cristalina.

— No debe por qué ser así, termina con esto, no tengas hijos Hazzy—

Solo negó, podía notar su mandíbula temblar dando entender que comenzaría a llorar.

— No puedo, Los cerdos y gente importante como lo era mi padre, me obligarán. Si cumplo 30 y aun no tengo mujer o un hijo, van a obligarme—

Es un mal momento para hablar de este tema, pero se que es importante, por qué amo a Edward y si algo le ocurre a el, también me ocurre a mi.

— Buscaremos la manera... No tendrás hijos, no serás obligado—

Subí a su regazo solo para ser abrazado con fuerza, comenzando un leve llanto.
Edward es capas de todo por mi... El me ama y yo lo hago igual.

— No voy a irme, estaré contigo cuando alguien intente amenazarte, me tienes a mi Edward—

No puedo hacer nada, algo se me ocurrirá, mientras tanto, no puedo permitir que dañen a Edward, por qué el es una persona realmente hermosa, pero el peso que carga sobre sus hombros le da mala fama.

Cuando el llanto se detuvo, sentí un beso en mi pancita, sonreí antes de alejarme y mirar su rostro, rojizo y húmedo.

— Vamos olvidar esto por ahora, es nuestro día—

Me senté sobre sus piernas, dejando un pequeño beso en su frente.

— ¿Que quieres hacer?—

Lleve mis manos a sus mejillas acunando ese bello rostro.

— Soy tuyo.... —

Murmure observando un leve brillo en sus ojos. Tal vez Edward es un demente, pero el no pidió ser así, su vida a sido horrible desde que nació, ya que supongo su padre, solo embarazo alguna mujer para seguir con la maldita herencia.

Edward es alguien que no recibió amor, pero que le encanta darlo.

— ¿Puedo probarte? —

— lo que quieras—

Ojos de placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora